lunes, 4 de julio de 2011
Hoy, 4 de julio, un hijo bastardo de Norteamérica dice:
A Bastard Son of America*
I am a bastard son of America,
A Cuban exile who was forced to come here.
I will never properly assimilate this American culture;
but, living in New York has opened my doors to the spectrum
of other cultures.
I am a bastard son of America.
Because I was kicked out of my country by a dictator,
I am now Sisyphus carrying the heavy rock of my past.
I will always speak the English language
with a helpless Havana accent. Don’t forget: I am not here
out of my free will.
I am a bastard son of America,
the black sheep that profanes the American dream,
a bad inheritor of the Mayflower puritans, for this land
will never be my home.
But, as a poet, I belong to the same literary lineage as Whitman;
I have learned to sing to myself, and, therefore,
I am pupil of Emerson, earning my self-reliance.
I am a bastard son of America.
My taste will never lose its preference for white rice and black beans;
however, there is also on my table a Japanese sushi,
a Jewish bagel, an Italian pasta, an American hamburger…
I am bastard son of America;
I mean, a legitimate son of the world.
Un hijo bastardo de Norteamérica
Yo soy un hijo bastardo de Norteamérica,
un exiliado cubano que fue obligado a partir
hacia esta tierra.
Yo nunca asimilaré, como es debido, esta cultura extranjera;
mas he vivido en Nueva York, y mi puerta se ha abierto
al arco iris de otras etnias.
Yo soy un hijo bastardo de Norteamérica,
uno de tantos que fue echado a patadas, por un dictador,
de su tierra.
Y ahora soy Sísifo llevando a cuestas la turbia roca de mi pasado.
Yo siempre hablaré el idioma inglés
con este desamparado acento habanero. No olviden:
no fue mi libre albedrío el que eligió vivir en esta tierra.
Yo soy un hijo bastardo de Norteamérica,
la oveja negra que profana el sueño americano,
un pésimo heredero de los puritanos del Mayflower,
por eso este país nunca será mi casa.
Pero, como poeta, pertenezco al mismo linaje de Whitman;
he aprendido a cantarme a mí mismo,
y, por tanto, soy un discípulo de Emerson,
que se ha ganado la confianza en sí mismo.
Yo soy un hijo bastardo de Norteamérica.
Mi paladar jamás perderá su preferencia
por el arroz blanco con frijoles negros;
sin embargo, hay en mi mesa un sushi japonés,
un pan judío, una pasta italiana, una hamburguesa de Norteamérica…
Yo soy un hijo bastardo de Norteamérica;
mejor dicho, un hijo legítimo de este mundo.
*Poema escrito originalmente en inglés y publicado en edición bilingüe en el poemario Trilogía del Paria, de Joaquín Gálvez.
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