Los cuerpos del deseo
Por Luis de la Paz
En medio de un marco cultural como el de Miami donde son escasos los
concursos literarios, hay que recibir con entusiasmo que surja uno nuevo, como
esta primera edición del Concurso de Narrativa Erótica Los cuerpos del deseo, en este caso en particular, en el género del
cuento. Meses después de
lanzada la convocatoria, el resultado es la colección Los cuerpos del deseo,
cuentos eróticos (New Club Ediciones y Alexandria Library, 2012), editados por
Armando Añel y Manuel Gayol, quien en la presentación señala: “Alrededor de
cien relatos resultaron finalistas del certamen, entre unas 700 obras
participantes. Los cuentos fueron evaluados, preseleccionados y, por último, se
escogieron los tres primeros premios, tres menciones y 24 finalistas (estos
últimos aparecen aquí por orden alfabético) para integrar esta antología”. Sin
duda todo un exitoso concurso. Recibir 700 propuestas en una primera
convocatoria lanzada fundamentalmente vía internet, podría indicar la creciente
necesidad de concursos literarios y (esto podría reclamar un análisis
sociológico); también el particular interés por la narrativa erótica.
Asumiendo que lo erótico tiene una raíz muy personal (lo que puede
despertar el deseo y ser sensual para una persona, podría no serlo para otra),
hay toda una aceptación en cuanto a que lo erótico tiene que ver con el sexo,
la desnudez, el roce de dos cuerpos; todo
aquello que podría ser capaz de despertar el apetito sexual. Estas presencias alrededor de la
libido, se aprecia en mucho de los treinta cuentos eróticos que integran el
libro.
En la primera parte se reúne
los cuentos ganadores del concurso. El primer premio, Reloj de una manecilla,
del escritor mexicano Alfredo Ávalos, es un relato bien escrito sobre lo que le
acontece a Robert Smith, un hombre de 73 años, viudo, militar retirado, cuando
recibe la visita de Amalia Ramírez, representante de A Touch of Love, una
organización encargada de brindar asistencia a personas mayores. El segundo
premio lo recibió Suéter verde, faldas plisadas, del también mexicano
Gerardo Cárdenas Figueroa. Un texto ambientado con precisión, aunque más
convencional en la temática, que se inicia en un vagón de metro en México. El
tercer premio fue para el español Máximo Sancho Pardo y su cuento Mrs.
McTavish’s Kitchen, un relato con Edimburgo como trasfondo. La narración
toma cuerpo (y un logrado misterio erótico sexual) cuando aparece el personaje
de Eileen en medio de la noche.
El concurso tuvo tres
menciones, agrupadas en la segunda parte del libro: Tacones altos del
venezolano Alberto Espinosa, Desde la ventana del español Marcos
Hernández Asencio y Mitomanía del mexicano Francisco Laguna Correa. La
tercera parte del volumen da cabida a los 24 finalistas. Vale destacar que
muchos de los cuentistas que integran esta selección han publicado libros
(incluso algunos han ganado premios) lo que respalda aún más el rigor del
concurso y sus resultados. Otro detalle, al menos curioso, es que varios
participantes y finalistas son cubanos que residen en la isla, aunque pocos son
los que fueron seleccionados del exilio.
Los cuerpos del deseo, cuentos eróticos, se presenta
viernes 21 de diciembre, a las 7:30 de la noche, en Café Demetrio (300 Alhambra
Circle, Coral Gables), como parte de la tertulia La otra Esquina de la Palabras
que coordina Joaquín Gálvez. Participarán Idabell Rosales, Modesto Arocha, el
escritor mexicano Alfredo Ávalos, primer premio del concurso y los finalistas
Yovana Martínez y Manuel Villaverde.
Reseña publicada originalmente en La Revista del Diario Las Americas
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