jueves, 1 de julio de 2010

Un poema de Armando Añel


Periplos

I

de más está decirlo
de más como la penuria o la esclerosis

hubo un tiempo en que la gente se acostaba al amanecer
luego de haber dado curso a sus muy bajos instintos
hubo un tiempo en que no había de qué preocuparse
si tenías la barriga llena no importaba
pues la contemplación era más relevante
que el hambre o la insurgencia

no existe el azar en mi país, no existe el peligro
por lo que hombres y mujeres se tienden los unos
de espaldas a los otros
luego de haber fornicado como monos en la copa de un árbol

el silencio es un arma acá, la vegetación estrambótica
una forma de peregrinaje

el archipiélago retumba a través del eco del rugido
de las muchachas que abortan
no hay lápices de colores ni hermandades secretas
en la tierra más fermosa que ojos humanos vieron

de más está decirlo
nadie jura, nadie pide permiso ni espárragos
dos más dos son cuatro en las cabezas de los iluminados

II

a ratos el archipiélago se tensa
como el equilibrista sobre la cuerda floja
entre la muchedumbre, en los puntos de venta al uso
a los revendedores se le hace un nudo en la garganta

cómo sufro, ya no quiero mi país
terruño insólito, equidistante, en fuga
no tengo brújula ni dejo rastro ni me amparan
no sé qué es recordar lo que me viene a la memoria

soy la marimba, quien se apresta a degollar
el que se orina
quien lleva los pantalones
el que está en candela

la isla estará en mí, pero la isla no es la isla
a la manera en que el gusano nunca es la mariposa

Armando Añel (La Habana, 1966). Escritor y editor cubano. Entre los años 1998 y 2000 se desempeñó como periodista independiente en Cuba, siendo cofundador y vicepresidente del aún activo Grupo de Trabajo Decoro. Tras recibir el premio de ensayo anual de la fundación alemana Friedrich Naumann en la primavera de 2000, viajó a Europa, donde residió en España e Inglaterra hasta radicarse en Miami, Estados Unidos, en el verano de 2004. Fue corresponsal en Londres de la revista madrileña Arte y Naturaleza, y en España, editor del diario digital Encuentro en la Red y la revista Perfiles del Siglo XXI. En Miami, ha sido editor en español de las revistas Islas y Herencia Cultural Cubana. Literatura y artículos suyos aparecen regularmente en publicaciones de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Ha publicado Escuela de vida (biografía, Miami, 2006), la plaquette de poesía Éxodo (La Habana, 1995) y, recientemente, Erótica, su primera novela(Letra de Molde Ediciones, Miami, 2010).

4 comentarios:

Denis Fortun dijo...

Buenos poemas. La Isla se nos escurre, se ha vuelto un líquido, ni siquiera viscoso. Es agua sucia, donde los hay, quienes se empeñan en revolverla constantemente. No se consigue el asiento donde la inmundicia ha de reposar de una buena vez para que la transparencia suba. La Isla es una suerte de punzada para la que todavía no hay calmantes. Cuba se hace un eterno dolor para quien una vez fue parte suya. Es un eterno dolor testicular con el que hemos aprendido a caminar. Buenos poemas sin dudas. Claro, habrá quien los critique, siemmpre habrá de todo. Pero que no sea esto impedimento para descargar... Disculpen la metatranca.
Saludos a los dos.
Denis

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Vaya, sin pena digo, me has sorprendido, muy completo tu poema, lo he disfrutado. Te invito a tí y a La otra Esquina de las palabras, a disfrutar de los poemas de Manuel Sosa, en Sentado en el aire, como saben Manolo es un poeta de mucho calibre también. Saludos.

Omar Casas dijo...

Cuentan que un poeta sentado a una cuerda quería decir unos poemas,
y como era algo enigmático ordenaron que lo escucharan. La cuerda tensaba entre
el pecho de una isla y las manos de una península y que el adalid de ese pueblo autorizaba
los gastos de dicha lectura, solo con la condición que los poemas fueran concebidos con sangre y de un tirón. En la vigilia y sobre aquella sirga fue aceptado, también habían testigos: amigos allegados, fotógrafos y críticos, escritores y poetas, el mar, la corriente cálida del golfo, y yo.

Armando Añel dijo...

Gracias amigos, por tan generosas palabras. Y gracias a Joaquin por permitirnos este espacio.
saludos!