lunes, 3 de mayo de 2010

Tres poemas de Elena Tamargo



Los ojos

El año en que amaba
alguien tenía mis ojos
los llevaba en las manos como anillos
como pedazos de zafiros
los cuidaba desde que se habían cerrado.
Él ganaba y perdía, pero no se asomaba a las ventanas,
guardaba lo demás como mis ojos
las actas, su nombre, la peor de sus horas.
Los tulipanes en Moscú lo habían decapitado
y desde entonces bebíamos juntos leche negra del alba.
Bebíamos y bebíamos,
del cántaro y del cráter
y también de mi mano,
mas lo que ahora se hunde, a quién le pertenece,
rosa de quién si nadie me moldea,
fuimos serenos floreciendo y ya
rosa de nadie.
Quiero mejor ser leña de un hogar
y calentar la leche de los niños,
porque esos ojos míos del ochenta y siete
que aquel cuidaba
están bajos
llorando
cansados de no poder dormir en las camas donde nos acostamos
ellos y yo
a vivir del esplendor
cuando la luz se enciende
o cuando se derriten los corazones de oro
de los niños que beben la leche negra del alba.

El tiempo de los besos se acabó

No tengo brazos ni caballos ni musgos en las sienes
busco farmacias, ay de mí
Yo tenía mi cuerpo,ay de mí
y tenía un hijo, ay de mí
lo vi empinar un papalote y tenía un poeta, dios mío,
y bebíamos vino y hacíamos silencio
y alguna vez dijimos “hay que huir”.
Partimos nueces en Moscú y vimos irse en las cáscaras la dicha.

La muerta

Teníamos en común algunas cosas: comíamos la sobra de los pájaros;
compartimos el vino y las almohadas;
escogimos el nombre de Nazim y el aire para poner las tumbas;
él no creía en dios porque ya lo había visto;
teníamos amuletos: las palabras;
ahora yo soy la muerta y él escribe estos versos.


Elena Tamargo(La Habana, Cuba). Premio de Poesía de la Universidad de La Habana, 1984; Premio Nacional de Poesía “Julián del Casal”, de la UNEAC, 1987. Germanista y Filóloga; Doctora en Letras Modernas. Académica, ensayista y poeta. Traductora de la obra de F. Hölderlin. Entre sus libros de encuentran: Sobre un papel mis trenos, Habana tú, El caballo de la palabra, Poesía de la sombra de la memoria y Bolero, clave del corazón. Después de una estancia en Rusia y otra en México, ahora vive en Miami. Estos poemas pertenecen a su libro inédito El año del alma.

4 comentarios:

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Ahora sí, tuve un error en el comentario anterior y lo borré, me disculpo: Digo que son bellos textos y que siempre me ha gustado su poesía, es muy completa.

Anónimo dijo...

MI ABRAZO, PORQUE ES BELLA COMO SU POESIA.

Armando Añel dijo...

bellos poemas