lunes, 8 de febrero de 2010

Un poema de Rolando Jorge


Estaciones

(para Andrés Reynaldo)

Poderoso agujero y parientes. Creo allende dos visiones, astro para uso turístico―: sutileza de Martí silenciosamente.
(Poldito, cabrón!
Año que conozco junto a árboles confiesa con aire de triunfo muy bien quimeras.
Es bueno como Beckett. Incluso más intenso.
No dejes de decírselo, no dejes
al son
del plectro sabiamente meneado

extender bendición a humareda que sale sobre él . . .
‘¡ Qué extraño ! ¡ Qué curioso ! Trabaja en ferrocarriles: carro número 8, compartimiento
de equipaje.
Búrlate, ya mañana tendrás aureola de nicotina, coche 4.
Ferrocarril a montaña.
Parientes burros cargan buenas maneras. No me importan lo que hagan (lo que deshagan sí!).
En plena bacanal ceremonia todo cabeza.
Novia extiende humareda que sale de él . . .’

Tienes don para debilitar mi promesa de hacer nada,
(cuerpo salta animales del mundo de la piel).
parece que antes no ha existido nadie.
viajeros arrastran paisajes que pertenecen a la poesía.
si quiero que sus cabellos me lleven es porque lo quiere el ánimo,
en cambio luego alguna vez
con parásitos rompe sitio para vender andrajo, abre ensoñación:
eso es ganar terreno por la costa.
él y Calvino nacen en Italia para estar en boga:
(Zelazowa Wola
cruza
Estrecho).
del viaje qué dice
esa vieja que a la tierra llama fluir.

y allá hincha tarántulas parecidas a un domingo.

Rolando Jorge(San Antonio de los Baños, Cuba, 1955). Poeta y ensayista. Obtiene menciones en los concursos de poesía David y Julián del Casal(1985), en Cuba. Mención en el concurso Eugenio Florit, Miami 2002. Vive y trabaja en esta última ciudad desde 1999.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo interesante de este poeta del Sur de la Florida, es que entreteje, como araña impaciente, delirios en la humedad misma del oido pretencioso, que se resiste en su letargo. En su constante inventario arroja más cenizas que fuego, hacia el umbral de una poesía que se anquilosa en la boca de poetas con muletas o aparatos de respirar. A la postre, el misterio es lo que vale.El poeta no se quita el sombre, porque espera vandalismo. San Jorge, ya puedes continuar.

S. Della Latta dijo...

Este sigue siendo el poeta del cual extraigo en cada verso una unidad en sí misma. Sin desperdicio. El decir de sus líneas es de una riqueza inusual en tiempos en que la poesía aún no encuentra el curso de los grandes. No importa enredarme en el resultado de una historia que no llego a comprender. No es ese su destino. -Ahora entiendo- Es simplemente el placer de un lenguaje que encierra tradición, rompimiento, y años de buena lectura.
Excelente.

Anónimo dijo...

San Anonimo, Que carajo quisiste decir?

Anónimo dijo...

O que quiso ocultar?

La Otra Esquina de las Palabras dijo...

Un placer tenerte por acá, Susana. Muy certera tu opinión. Y, por supuesto, felicitaciones a Rolando.