domingo, 8 de julio de 2012

Un poema de Maya Islas



Reflexiones de verano en Miami


El templo está cerrado

terminó el conocimiento

y las llaves cayeron

murmurando la libertad.


Un ruido hizo su camino

y encontró el amanecer del iniciado.


No hubo otro calor que el conocido

mientras que una mirada se paseaba sorprendida

por el borde de las montañas.


Todo tiempo es paz

            todo lugar una extensión del corazón,

                                              todo aleteo un milagro,

                                                                        un hogar.


6 comentarios:

Magali Alabau dijo...

Como siempre Maya estabiliza al lector con esa paz que proyecta el poema. Deja espacios al lector para meditar. Gracias, Maya, bello poema.

Anónimo dijo...

Un beso, querida Maya. Gracias por tu poesía y tu carisma y tu amistad de tantos años. Alberto Lauro.

Anónimo dijo...

Gracias Maya por siempre ser exacta.
Pedro Monge Rafuls

Anónimo dijo...

ay, maya querida, tus palabras suenan hasta aqui en mi casa de Portugal como el reposo infinito de Pessoa en los claustros de San Jeronimo.
tu amigo siempre
felix

Anónimo dijo...

Hermoso poema de esa voz tan necesaria en nuestro cuerpo poetico nacional que es maya islas. Salud, poeta!
Mab

Belkis Cuza-Malé dijo...

ACABO DE entrar al internet luego de días de mudanza. Desde esta ciudad texana en que ahora habito el poema de Maya es un hermoso recordatorio de muchas e imaginadas cosas espirituales que se hacen hogar entre sus manos de gran poeta.
Un beso, querida hermana, y mil gracias por ser tan buena poeta y ser humano.