sábado, 19 de mayo de 2012

Un poema de Joaquín Gálvez


Obituario de un poeta

A  Esteban Luis Cárdenas In memoriam


En el censurado aire de una isla,
le presté mi voz a los pájaros,

para que el vuelo nunca fuera el olvido.

Y así me transformé en otro pájaro,
                                                           que volaba

cuando la libertad lo situaba en su coordenada de cárcel,

cuando lo acosaban las brumas del destierro,

cuando  sus herrumbrosas alas
solamente tenían cabida en el vendaval de un hospicio.


La vida me lanzó por los andariveles de la muerte;
pero yo le tendí mi don, sin saber que era una trampa.

Y le oculté mi cadáver

para que sólo me sobreviviera esta fiesta.
                                                                                                                                            

2 comentarios:

Lilliam Moro dijo...

Me ha impresionado tu poema. Es de una vehemencia contenida. Nunca había leído nada tuyo.

Lilliam Moro dijo...

Me ha gustado tu poema sobre todo por su vehemencia contenida. Es lo primero que leo tuyo.