Por Luis de la Paz
El título de este poemario de Efraín Riverón (Güines, La Habana, 1942), es enigmático, insondable, porque nos convoca desde la intensidad de lo más vital, la luz, hacia algo profundo que puede ser vida, pero también muerte, que conduce (al fondo), generalmente oscuro, de esa misma estremecedora luminosidad que desafiante, intimida. De la luz su fondo (Editorial Silueta, 2012), es un volumen de décimas, la mayoría de ellas en versos pentasílabos, donde convergen los más disímiles elementos de la flora y la fauna, de los lugares y lagente.
Riverón concatena con pleno dominio de la métrica, y en particular de la brevedad que requiere el pentasílabo, una serie de anécdotas de temática popular, pero las fábulas que forja con cadencioso ritmo, contienen un tejido más pretencioso. El escritor Ángel Velázquez Callejas, en un concienzudo artículo sobre este libro, publicado en Neo Club Press, resalta la semejanza, más bien las coincidencias, entre los pentasílabos de Riverón y los haikus japoneses, señalando: “La influencia del formalismo haiku (la estructura expositiva y expresiva del haiku) en esta propuesta [De la luz su fondo] es un hecho que pudiera estar enmascarando un sentido de rompimiento, a veces por la necesidad de hacer de las imágenes, el imago, todo un sistema compacto y silencioso. No estaría mal asumir esta responsabilidad constructiva del autor cuando la experiencia poética se sobrepone al formalismo del verso”. El haiku, como se sabe, establece una estructura poética silábica de 5-7-5, de manera que su disposición tiene hasta en su mecánica curiosos lazos con las décimas del poeta güinero.
En
De la luz su fondo encontramos dinámicos poemas: “Fruncido ceño,/ Honda mirada./ Carne-alborada/ De cada sueño./ Dador y dueño/ de luz bruñida,/ Y envuelto en ida/ Sabiendo errante,/ Verso sangrante/ de Cada herida”. El título: Poeta.
Efraín Riverón ha trabajado estos poemas con esmero, para lograr que los versos fluyan con plácida naturalidad, atrapando lo que Rolando Jorge señala en la contratapa del libro como “la dulzura de las palabras”. El poema Arcoíris, redime la belleza del paisaje que sobrecoge en la distancia: “Arqueada pausa/ Del aguacero,/ Que entre un lindero/ y el otro encausa/ Su siempre causa/ Después del lloro./ Voces de oro/ Repiten juntas:/ «¡En sus dos puntas/ Hay un tesoro!»”. Décima limpia, perfecta, que entreteje la belleza que propone la naturaleza tras la lluvia: arqueada pausa del aguacero, con la leyenda popular: En sus dos puntas hay un tesoro.
De la luz su fondo, es un delicioso libro. Poemas que convocan desde la sencillez, para adentrarse en las aguas “donde la vida/ Dando colores,/ Amansa flores/ Agradecidas”.
De la luz su fondo se presenta el
sábado 26 de mayo, a las 7 de la noche, en Delio Photo Studio, 2399 Coral Way. Participarán su autor, el editor Rodolfo Martínez Sotomayor y Denis Fortún Bouzo, quien pondrá en contexto el libro. Entrada libre.
Cortesía: Diario Las Américas
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