viernes, 16 de diciembre de 2011

Un poema de Joaquín Gálvez



El hilo de Teseo

Esta ciudad es un laberinto, con su Minotauro absuelto.

Todos los días somos los comensales en sus fauces,

pues ya no nos salva la infalible espada, el certero hilo.

¡Qué dócil monstruosidad la que nos acechó en Creta!

Ariadna, solamente nos queda una carta para redimirnos:

deja que tu belleza me penetre como una espada,

y rescataré la certeza de tu hilo en un poema.

Ahora que el laberinto se ha expandido por todo el mundo,

y vivir en las fauces del Minotauro garantiza

que, en cualquier momento, nos puedan cortar la cabeza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde Barcelona un abrazo y Feliz Año Nuevo...Aqui el hilo de Ariadna ya está haciendo sus estragos: la pobreza en las calles

Eduard Reboll

Joaquín Gálvez dijo...

Otro abrazo para ti, Eduard. Te deseo un feliz año nuevo, y que el el hilo de Ariadna sea un milagro que los libre de ese plaga.