Por Luis de la Paz
Las actividades literarias y artísticas en general, han dejado una sólida huella en Miami. Ya sean presentaciones de libros, cine, exposiciones, tertulias, conciertos, funciones de ballet, ópera o zarzuelas, los fines de semana (y en algunos casos a lo largo de toda la semana) hay una variedad cultural que despierta el interés del público.
Una manera de valorar esa vitalidad artística es a través de los libros publicados. A modo de resumen, en el 2011 se recuerda con agrado la presentación en la Librería Universal de
Allá donde los ángeles vuelan, novela de José A. Albertini, definida como “una novela que rompe las amarras de las modas estéticas e irrumpe a plenitud en las sendas de la postmodernidad”. De la editorial del amigo Salvat salieron durante el año libros como
Cuba y el Cayo Hueso de ayer de Alejandro F. Pascual;
Cuba: desplazados y pueblos cautivos, varios autores, encabezados por Pedro Corzo;
Anécdotas del Mayor de Israel Vera;
Jimaguayú de Raúl Eduardo Chao;
Vicente García: el incomprendido mayor general cubano, del historiador Enrique Ros;
Mi patria de palmas y mambises, poemas de José Sánchez-Boudy; y
Visiones de los últimos días y otras historias, del recién desaparecido narrador José Miguel González-Llorente, entre otros.
En La tertulia La Otra esquina de las palabras, que coordina Joaquín Gálvez, hubo actividades todo el año, incluso más de una al mes, con una variedad de propuestas que iban desde un maratón de lecturas por el mes de la poesía, hasta presentaciones de escritores como Ena Columbié, Daniel Fernández y Rubí Arana. El Café Demetrio, sede de La Otra Esquina..., fue el escenario para la presentación de los libros
Inscrita bajo sospecha de Mabel Cuesta (Betania);
De ceca en meca de Gabriel Cartaya (Betania);
Inestable de Pablo de Cuba Soria (Silueta);
Yo no bailo con Juana (Linkgua), del poeta cubano Ramón Fernández-Larrea;
Lepanto: la batalla inacabada (Dédalo), del escritor español Rafael Cerrato;
El libro de los Cocozapatos (Silueta), de Denis Fortún Bouzo;
Los Martínez-Casado, una dinastía de artistas cubanos (Voces de Hoy), de Marta R. Martínez-Casado y
Fundación del centro (Aduana Vieja), del poeta cubano Orlando Rossardi.
Es importante destacar las actividades del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, como la comparecencia del escritor húngaro Itsván Turczi, de visita en Miami para presentar su libro
A través de los años. Otros visitantes que hicieron tertulia en el Pen fueron Rolando Morelli, Roberto Cazorla y Orlando Fondevila, además de actividades con miembros locales como Juan Cueto-Roig. El Pen publicó, bajo el sello Alexandria Library,
Cuentistas del Pen, con relatos de 21 narradores.
Otra tertulia periódica, atractiva para los locales, es Intinity Forever. Creada por Baltasar Santiago Martín, se celebra en el Centro Cultural Calle Ocho, en una producción de la Fundación Apogeo. Este año se presentó, entre otros, a la escritora y editora Belkis Cuza Malé, quien recibió Las llaves de la Ciudad de manos del alcalde Tomas Regalado y dio a conocer en ese espacio su libro
Los poemas de la mujer de Lot (Linden Lane Press).
Algunos otros libros que se publicaron y presentaron en el año que está por concluir fueron
Ediciones El Puente en La Habana de los años 60: lecturas críticas y libros de poesía, del escritor y profesor cubano Jesús Barquet;
Donde más duele tu nombre, libro del escritor cubano Sergio Galán Pino;
El regreso de la ballena de Santiago “Chago” Rodríguez;
Es triste ser gato y ser tuerto del desaparecido escritor cienfueguero Juan Francisco Pulido; y
Yo, el arquero aquel, poemas de Manuel A. López.
La Editorial Alexandria Library, fundada por Modesto Arocha, ha publicado una veintena de libros en el 2011, además de una variedad de eBooks. Entre los libros impresos destacan
La dama de la libertad de Josefina Leyva, Martí y
la melancolía de Carlos Ripoll,
Lo que queda de aldea de Eduardo Lolo y
Memorias de un doble revolucionario de Heriberto Salgueiro.
También este año se presentaron
Arte y literatura en el exilio, recopilado por Grace Piney y James J. Pancrazio, que recoge una veintena de ensayos analizando la literatura cubana en el exilio;
Antología de la poesía cubana en el exilio, compilada por la escritora cubana residente en México Odette Alonso;
El bronce vale, relatos de Eduardo Mesa;
Solitar, poemas de Ena Columbié;
De la palabra y el espejo, del escritor Efraín Riverón;
Raquel Revuelta: a la memoria de una gran actriz de Juan Cueto-Roig;
Visión 21/21 de Baltasar Santiago Martín; y
En el lenguaje lascivo de los perros de Adalberto Guerra.
Un acontecimiento cultural fue la publicación de la novela
La mujer del coronel de Carlos Alberto Montaner, todo un bestseller. También merece reconocimiento la consistente labor de la Editorial Silueta de Rodolfo Martínez Sotomayor y su esposa Eva M. Vergara, que a lo largo del año dieron a conocer 10 títulos (algunos de ellos ya mencionados), a los que hay que añadir
Esas divinas cosas de Juan Cueto Roig;
Médium y otras historias de Rafaela Vergara;
El instante, novela del escritor José Abreu Felippe, con la que concluye su pentalogía
El olvido y la calma;
Los relatos de Maurice Spark de Ernesto G.;
Ido a hurgar de Rolando Jorge; y
De un tiempo deslumbrado de Alejandro Fonseca. También de interés es el proyecto editorial Neo Club Ediciones, entre sus títulos se encuentran
El salto interior, ensayo de Ángel Velázquez Callejas,
La noche del Gran Godo de Manuel Gayol Mecías,
Jerónimo Esteve-Abril, apuntes y testimonios (biografía escrita por Armando Añel) y
Apocalipsis: La resurrección, novela de Armando Añel.
El foro cultural de Delio Photo Studio, ha sido el marco para la presentación de los libros
Sentado en el aire del poeta Juan Carlos Recio (Editorial Capiro) y
Las horas, proyecto de Ena Columbié, bajo el sello Strumento.
No todo fue positivo. Hubo que lamentar las muertes de figuras artísticas de nuestro Miami. El profesor Jorge Castellanos Taquechel (95), el pintor nicaragüense César Caracas (75), la actriz Nena Acevedo (94), el escultor Tony López (92), el narrador José Miguel González-Llorente (72), el historiador Carlos Ripoll (90) y la escritora Elena Tamargo a los 54 años.
Un año, como todos, en que se pudo hacer más (siempre se espera más), pero del que los miamenses debemos sentirnos más que satisfechos.
Publicado originalmente en Diario Las Américas
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