martes, 18 de octubre de 2011

A David Lago González, In Memoriam


OFICIO DE POETA

Si los espejos no le sirven para soñar
con que una rama iluminada de improviso
ante el roce de uno solo de sus viajes
pueda asumir una forma real, es porque
como un pez ha saltado de las aguas
y cruzado sobre islas enteras.
Si se ha despojado de su sombra
como a su tiempo se desentiende
la cuna de la mano que la mece,
es porque el eco que guarda siente el mismo recelo
que si escuchara venir de muy lejos
un zumbido de flechas totalmente emponzoñadas.
¡Ha cedido, St. John-Perse, ha cedido!
Ha vencido el ángel de todos esos desconocidos amigos
cuya vieja muerte real le ha sido siempre inadmisible,
porque le rescatan y le llevan consigo a su dolor.
Para él, la luz brilla dentro de lo invisible y el misterio,
y aquellos que le enseñaron a amar lo hermoso y lo terrible
vienen a sus ojos como la caricia de un padre: severa y frágil.
Ha cedido. Han penetrado en él el fuego,
la noche perfecta, la soberbia voz humana,
la zozobra del náufrago y la demencia del héroe,
la esperanza.
.
Y algún que otro dios.
.
(Camagüey, 1977)
© 1977 David Lago González

Poema de David Lago González publicado en su blog El Penthouse de Heriberto

Mi nombre es David Lago González y coordino este blog.

Nací en Camagüey y moriré en España.POEta. ESCritor. MAYormente autodidacta. En Cuba no tuve premiecitos, creo que de hecho sólo participé en un concurso que no recuerdo cuál fue ni con qué libro, por allá por los inicios de los años 70. No pertenecí a la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) ni a la Bgda. Hnos. Saínz. Tampoco a la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas), al PCC (Partido Comunista de Cuba), a la FMC (Federación de Mujeres Cubanas), sólo al CDR (Comité de Defensa de la Revolución) sin ningún cargo de relevancia. A nadie mataban por ello, pero había que saber que era absolutamente necesario abandonar toda ambición personal de ser reconocido, publicado, ocupar cargos de director o adjunto, representante político y que nunca sería merecedor de ningún reconocimiento. O sea, vivir así significa no existir salvo en el plano personal más íntimo. Eso es lo que habrían obtenido todos los que supuestamente hubieran llevado a cabo esa tardía y estúpida operación de "no , no coopero" que posiblemente un 1% de la población habrá llevado a cabo, más bien por cansancio y no por disciplina.

No pasé el Servicio Militar Obligatorio porque, después de numerosos exámenes médicos y posibilidades terroríficas, terminé declarándome homosexual pasivo (en Cuba la homosexualidad activa no se considera enfermedad y por tanto no puntúa para el caso), lo cual, después de inolvidables y constructivas humillaciones, casi me conduce al EJT (Ejército Juvenil del Trabajo) o CJC (Columna Juvenil del Centenario), que eran o son versiones actualizadas y descafeinadas de los célebres UMAP (Unidades Militares de Apoyo a la Producción).

Me "enhebresté" cuando El Mariel y quise salir a través de ese puerto durante esa operación fabulado con premeditación y alevosía, pero Los Dioses de la Escoria no nos fueron propicios, de modo que recuperé un larguísimo (pero acertado) camino para recuperar mi ciudadanía española, lo que me condujo a establecerme en La Villa y Corte.

En España, he publicado dos poemarios (“Los Hilos del Tapiz” y “La Resaca del Absurdo”) con Editorial Betania, Madrid (entiéndase claramente: he pagado a Felipe Lázaro para que fueran editados esos libros, con una insignificante distribución, de modo que aún arrastro literalmente como unos 500 ejemplares por todo el MadriZZ, lo que ha provocado en mí un odio salvaje y físico hacia esos libros. Ésa es la manera en que mayormente los escritores cubanos publican: pagando a las distintas editoras -creo que con excepción de Colibrí-, por lo que nunca jamás me uniré al coro servil de llamarles "mecenas", aun cuando me considero amigo de Felipe Lázaro).

He sido EDITor de Ediciones Timbalito (edición no venal), Madrid, años 1999-2002, publicaciones informáticamente artesanales.

Antologías. Colaboraciones en diferentes revistas online y en papel, destacando Liden Lane Magazine, The Big Times, La Peregrina Magazine, Ariadna, Los Lobos de Omaña, Poeta de Cabra y Revista Hispano-Cubana. Forman parte de mi curriculum, ligero, como el equipaje de Machado para andar por la vida y por la muerte.

No pertenezco a ningún exilio porque el exilio es una palabra que denota transitoriedad, y yo abandoné Camagüey después de haber roto con la sociedad cubana derivada del comunismo y a sabiendas de que no volvería ni siquiera en cenizas. Con la Revolución Cubana nunca rompí porque no puede existir ruptura con algo a lo que no se está previamente unido. La deducción es elemental, pienso humildemente.

Mantengo la misma verticalidad que sentía dentro de la isla. Y la macro-política no me interesa tanto porque por suerte nunca estuve a tal altura. En cambio sí me preocupa muy de cerca la micro-política porque es esa miseria humana la que sostiene el Gran Ideario, lo reforma, lo actualiza y lo renueva para seguir perpetuándose como lombrices. No perdono la miseria humana, ni soy tolerante con ella.

No debo nada a la derecha ni a la izquierda. En el plano humano, personal, estoy espiritual y materialmente mucho más agradecido a personas que se consideran dentro de los cánones de la izquierda.

Nunca hice nada por la libertad de Cuba ni pienso hacerlo. No tengo obligación de ser patriota, mártir, guerrero, luchador, dirigente sindical ni militante de ningún partido, ni sacerdote ni beato, ni dama vestida de blanco o de cualquier otro color. Posiblemente eso se deba a mi falta de ideales y a un recelo ya "empercudido" hacia todo lo político e ideológico. Yo escribo versos y, a veces, pienso. Quien sea zapatero, que arme los zapatos. Quien sea charcutero, que venda chorizos y embutidos. Quien escribe versos no tiene necesariamente que coger un fusil. Quien cumple prisión como patriota puede ser encomiable por sus hechos, pero no obligatoriamente tiene que ser poeta porque en su sufrimiento junte algunas palabras pensando en el movimiento o en la añoranza de un amor. La poesía es otra cosa.

Y eso es lo que hay: quien quiera tratarme, bien, y quien no, también.

Ficha autobiográfica tomada de su blog El Penthouse de Heriberto

1 comentario:

Manuel Ballagas dijo...

Poeta de magnífica voz y aliento que no naufraga. Lástima que no le traté en la medida que merecía. ¡Todos estamos tan dispersos! Y su biografía le retrata como a tantos de nosotros... irreconocidos, impremiados, ignorados. Tan diferentes de aquellos que hoy en día llegan a estas orillas empuñando premios, certificados y laureles del otro lado.