miércoles, 4 de agosto de 2010

Dos poemas de Rita Martín



WALKING AROUND

Un monólogo incesante
Desgranadas las lenguas
Como brizna de un diálogo
Del Yo y del Otro múltiples
Que nadie escuchará.
Viaje del que regreso
Mientras dejo caer el cuerpo
En el almohadón de nieve.
Semejanza del cuerpo con la piedra.
Éxtasis que devora
La línea de los ojos
Hacia el horizonte
Y los labios plenos
De pequeñísimos copos.
Viejo Whitman, ¿acaso es esta fina nieve
Como la dúctil hierba que tus manos tocan
Persuasiva? ¿O acaso fue otro sueño
De tu imaginación? ¿En qué momento
Ancestral estuvimos unidos
Vía naturaleza recordada?
Amanecerá nuevamente
Y todo el esplendor
Será el pretexto
De este continuo nacimiento
Murmullo de la tierra estremecida.

FIN DE LA SAGA

Sólo sé de incertidumbres.
Certeza alguna alumbró mi mano
Ningún oráculo vaticinó tragedia
Ni sacrificios ni proezas
Soy ínfima de pasados y presentes
El futuro lo entreveo sucesivo
Como sucesivo ser es el que padezco
Repleto de arquetipos confusos
Sin mitologías de referencias
Sin sangre ni ardores ni causas gigantes
Alguien que no soy escribe estas líneas.

Rita Martín (La Habana, Cuba). Narradora, poeta, ensayista e investigadora literaria. Ha publicado los poemarios El cuerpo de su ausencia (Letras Cubanas, 1991), Estación en el mar (Ediciones Extramuros, 1992) y Tocada por el astro ( La torre de papel, 2007). En el año 2000, Ediciones Universal publicó su Edición Homenaje a Eugenio Florit junto a Ana Rosa Núñez y Lesbia de Varona. Cuenta también con una obra narrativa, en la que destaca el libro de relatos Sin perro y sin Penélope (Ediciones Universal, 2003). Es licenciada en Filología por la Universidad de La Habana. Obtuvo un máster en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Atlántica de Florida, especialidad que continuaría hasta lograr su doctorado en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Sus textos han aparecido en numerosas publicaciones y antologías de Estados Unidos, Europa y América Latina. Coordina el blog grafoscopio. Reside en Roanoke, Virginia, donde trabaja como profesora universitaria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buenos textos. Fluyen, se acomodan a esa verdadera motivacion que demanda el actual lector de poesia, y no a ese obligado y constante ronronear de gatos traidos por los pelos. Gracias Rita, porque ya es un ritual tu poesia.