lunes, 15 de marzo de 2010

Un poema de Rolando Jorge



                                                            LACRIMONIA

      Siente recienvenidez, cuajarón, grosura: no fuma, no bebe espejo de búho, predica al goethe del lieder con soberbio oído. Almacenero de siete toques: ello no quiere decir apoteosis. Toque de pelagra en judicatura (envía leva de obreros al Yangtsé tribunal-pasarela); tiene hambre y empala: deux mondes. Toque de corneta. Necesita comer poeta ante los veinte años, ante hambruna del 93. Logia envía máquina de escribir a tribunal de suma importancia  montículo ceniza chippendale. Sombrero de exilio escurre navidades, tienen también hambre reflexión sur le suicide precisamente gavillada. [¿Qué harías tú, a quién no? Aguja color bota de vaquero, orégano de carro con hambre, “del infinito me encargo, de la ensenada del zen”. ¿Qué hace esa religión durante quinientos días?, ¿dice lo que fuese? O dice: Tira del lino del retrete, querido Omán.] Ponemos la nada en una ventana y se devora a sí misma. Bebe sin respirar.
                           ¿Qué hace
cuando ensaya en dormitorios del cuarto piso blues casi muertos? cuelga piel de castor, qué radical el muy mimo! Sostiene el ser cuerda de guitarra. Tísico llámase Aranguren. Igual a calle. A últimas va a iglesia con hermanos del bantustan /metido en lío por enfisema o himnario. Sabe a intestino. No debes afligirte por lo invisible, mañana se podará. Dos invisibilidades en uno, Josef, diezdeldía florece con líneas de hambre que gira sobre trébol orinedeperro (carroza a cinco sueldos). Cuando era niño hacía lo de niño. Él en raícillas, etnólogo. AlfonsosucasaenBahíacapuchadecascabel, estrelladealienados. (La ciudad sólo abre hacia la costa sus puertas de servicio). Nada para ver canónigos; van en brazos o a pie. Se oye pasto ministerial. Sienten afinidad con lentejas y judías (río de canónigos) al peso de las cívicas pistolas. Llama al viajero y ofrécele obra, ronda de inventos. Toma bosquecillo de enebro. Toma vestíbulo y oficinas. Cierta civilización fue (figurémonos que el centro del cielo y de la tierra es el punto señalado con una A, y el centro del agua excéntrica, el punto B). A la exida de Bivar ovieron la corneja diestra, tejido de robos en cine o parque: cierta mémoire involontaire. Duda de lavabos la hizo caer. Exaltación en que escribe. Pasión urbana. Oye ollares de caballos del diluvio. Bebe sin respirar. Linda con becacinas. Escaura, Estancia de la Cantera: viven y pasan hambre. Firdusi el barítono. Alegre hacia Vieja Linda o Palo Verde. Guarda con nervios de acero dice tener cierta práctica, cierta ceguera. No desea oir metafísicas, ni fulgor, ni transparencia. Tierra del vendedor de fósforos: allí el tiempo. La idea en la idea del tiempo es una idea. Tal vez aparenta. Llega Klamm y hace mal. Idea del ferrocarril llega. Tribu influye en batelero. Oficio hediondo.

Rolando Jorge(San Antonio de los Baños, Cuba, 1955). Poeta y ensayista. Obtiene menciones en los concursos de poesía David y Julián del Casal(1985), en Cuba. Mención en el concurso Eugenio Florit, Miami 2002. Vive y trabaja en esta última ciudad desde 1999.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leyendo este último texto del poeta Rolando Jorge,sostengo que estamos ante una poesía culta y sugerente, que sin dar concesiones saloneras, se encamina "hacia cotos superiores". Y mirando su ficha biográfica, sigo acuñando aquella vieja idea de honestos escritores cubanos, de que los verdaderos premios literarios de la isla, eran las menciones.