domingo, 3 de enero de 2010

Un poema de Chuang Tzu


LA HUIDA DE LIN HUI

Lin Hui, de la comarca de Kia, se dio a la fuga.
Perseguido por sus enemigos,
arrojó lejos de sí la valiosa pieza de jade
que era el emblema de su rango
y se echó a sus espaldas a su hijo aún pequeño.

¿Por qué tomó al niño
y abandonó la pieza de jade,
que valía una pequeña fortuna,
sabiendo que si vendía al muchacho
sólo obtendría una modesta suma?

Lin Hui dijo:
“La razón que me une al emblema de jade
y a mi cargo oficial
se asienta en el propio interés;
lo que me une al niño
es la razón del Tao.

“Cuando el propio interés es la razón que une,
la amistad se disipa
si sobreviene el infortunio.
Cuando el Tao es la razón que une,
la amistad se perfecciona
ante el infortunio.

“El contacto con los sabios
carece de sabor, como el agua.
La amistad con los tontos
es dulce como el vino.
Pero la falta de sabor de los sabios
da lugar a un verdadero afecto
y el sabor que se siente junto a los tontos
conduce al odio.”

Chuang-Tzu (China, siglos IV-III BC)

Tomado de: The Way of Chuang Tzu, translated and edited by Thomas Merton, New York, New Directions, 1965]

Versión al español de Reinaldo García Ramos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta que estes rescatando estos clasicos de siempre Joaquin, bello poema. Feliz 2010.