miércoles, 28 de agosto de 2013

El hormiguero intelectual del exilio cubano



 Por Ángel Velázquez Callejas
 
Toda la crítica intelectual que se hace para negar la positividad de los riesgos de nuestro tiempo, proviene de la "izquierda humanista". Todo se reduce a que la inmensa mayoría de los intelectuales piensa en términos de "mejoramiento humano", en función de esconder del hombre su costado natural, animal. Pero en los tiempos que corren al hombre no le interesa ya vivir bajo ninguna pedagogía basada en una ontología del sujeto en relación al objeto, ni preocuparse por lo que fue esa metafísica narrativa de los grandes relatos, sino más bien embellecer y/o eternizar su cuerpo, sacarle el mayor provecho a su existencia. Esto último se ve correspondido por una época en la que la tecnología (la biotecnología) y la incesante relación a través de los medias están motivando un cambio de pensamiento y espíritu.

Al hombre actual no le interesa mucho que lo eduquen bajo la rancia autoridad de la historia, sino que se le provea de los medios tecnológicos adecuados para librar una batalla contra sí mismo, para auto-operarse y cambiarse a sí mismo.  El hombre de hoy (y del futuro), en otras palabras, busca elevarse por encima de sí mismo, enriquecer su grado de conciencia. Pero no a través de manuales pedagógicos o doctrinas teológicas, de formulaciones y experimentos nacionalistas, sino por medio de las nuevas tecnologías y el incremento de la inteligencia artificial. Si hay un aspecto que clarifica la ruptura de la época del humanismo al post-humanismo es esta: cada día se vuelve más incesante la participación del hombre a través de nuevos modos tecnológicos de comunicación y de una ciencia del conocimiento sobre el cuerpo que advierte, por añadidura, el desarrollo de la capacidad del cerebro, y estiliza la belleza del cuerpo. Ambas magnitudes --inteligencia y belleza corporal-- hacen del hombre contemporáneo un ser para la vida. Un ser, como apreciaba Nietzsche en las postrimerías del siglo XIX, desconectado de su pasado fetal.

La parodia que hiciera Enrique José Varona al acápite "El convaleciente", del libro Así habla Zaratustra, publicada en la revista El Fígaro en 1906 bajo el titulo Algo que pudo haber contado Zaratustra, puede dar la medida exacta del alcance del espíritu del siglo entero cubano. Del espíritu intelectual y su decadencia. El cuento de que un león se fue a vivir a un hormiguero y a la postre huyó por los cosquilleos de las hormigas, da con la tesis, estrafalaria por cierto, de que la cubanía solo funciona dentro del espacio de una estricta estructura social, encerrada en sí misma, de sicología de masas, de pedagogía fetal y de sumisión al contexto de las instituciones creadas. Qué tan mal tenía leído Varona a Nietzsche lo demuestra el hecho de que nuestro talento artístico y pedagógico dependía (depende aún) del miedo a abandonar el refugio de la envoltura biológica, social y cultural que lo constituye.

Lo ha referido Sloterdijk: "Cuando Nietzsche habla de superhombre, es para referirse a una época muy por encima del presente. Él nos da la medida de procesos milenarios anteriores en los que, gracias a un íntimo entramado de crianza, domesticación y educación, se consumó la producción humana, en un movimiento que por cierto supo hacerse profundamente invisible y que ocultó el proyecto de domesticación que tenía como objeto bajo la máscara de la escuela".

A esa dependencia se reduce el hecho, planteado en la antropología de Gehlen (El hombre, su naturaleza y su lugar en el mundo), de que el hombre es un ser deficitario al nacer y necesita de una creación sobrenatural para sobrevivir. Esa sobrenaturaleza --llamémosla en términos culturales una técnica humana (un ser que tiende a ser correctamente gregario por razones de incapacidad individual)-- sirve para protegerlo de los peligros que emanan de la existencia.

El reducido esquema de la filosofía pedagógica de Varona, que deja entrever en la conversación de los animales con Zaratustra, es la misma que en forma socializada ha imperado en el espíritu actual de la intelectualidad cubana. Para este falso pensador, que constantemente habla en términos de justicia social y mejoramiento humano, la creatividad intelectual se reduce a parodiar el esquema positivista del humanismo de Varona. Lo he visto suceder por estos días como una pedagogía de la crianza: andan como hormigas para protegerse en la envoltura fetal que le impone el  nacionalismo cubano. Y con esa aptitud regresan a la frase de Varona que defiende el carácter de sicología de masas en los intelectuales: "Después de todo, la lógica de los animales no es la lógica de los hombres, y menos de los precursores del archihombre". El humanismo de las hormigas no estaría en la fuerza de este último, sino en reconocer siempre la dualidad del ser, entre lo que constituye su animalidad y lo humano.

Por eso cuando se aparece en Miami un intelectual que vive en Cuba, el hormiguero nacionalista acude a sus anchas. Nada mejor que una práctica de la razón cultural en la que queda establecida per se la comprobación de la sobrenaturaleza deficitaria, de hormiguero, de una buena parte de la intelectualidad cubana del exilio. Cosa para pensar, aunque se trata de una realidad que no sorprende.

Publicado originalmente en Neo Club Press


 

martes, 27 de agosto de 2013

Editorial Betania publica Lenguaje de mudos, de Delfín Prats


 
Editorial Betania, con sede en Madrid, anuncia la 4ª edición del poemario Lenguaje de mudos, del poeta cubano Delfín Prats (Holguín, 1945), que reside actualmente en su ciudad natal.

Este libro obtuvo el Premio David de la UNEAC (1968) con un jurado compuesto por Belkis Cuza-Malé, Miguel Barnet y Ángel Augier, votando los dos primeros a favor de dicho galardón.

Un año después, cuando el libro apenas había sido editado por la habanera Ediciones Unión, las autoridades culturales cubanas lo retiraron del mercado nacional y  casi todos sus ejemplares desaparecieron como por arte de magia. Incluso, hoy en día es del todo imposible conseguir algún ejemplar de esa primera edición.

Dos años después de dicho galardón, el poeta cubano José Mario editó una 2ª edición: (Madrid: Ediciones El Puente, 1970) que entonces tuvo un gran éxito de venta y de difusión,  pero al tratarse de una tirada pequeña hoy es muy difícil encontrar ejemplares. No obstante, en el 2012, la editorial Cuadernos Papiro, de Holguín, logró publicar de forma artesanal con papel manufacturado una 3ª edición de dicho libro, aunque ésta solo circula en la Isla.

Este limitado panorama de unos de los poemarios más emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX cubano, nos motivó, como editorial, a emprender esta nueva edición especial: digital y gratuita que hoy regalamos a todos nuestros lectores y al  público en general.

Como bien señala Ronel González Sánchez en el prólogo de esta edición: “hay libros que nacen condenados a perdurar aunque todas las energías oscuras del cosmos conspiren en su contra”. Cuatro décadas después, los represores del 69 deben estar abochornados por la estupidez de aquel acto que no ha evitado que este libro se conozca y pueda ser hoy leído masivamente. De nada sirvió la censura de un texto poético, entonces contestatario, que se ha seguido releyendo a pesar del silencio y del ninguneo a los que sometieron a su autor.

Lenguaje de mudos contiene solamente trece poemas, pero solo la lectura de uno de ellos  (“Humanidad”) bastaría para reconocer que es uno de los textos poéticos imprescindibles de las letras cubanas contemporáneas.

Este tomo cierra con comentarios de otros poetas cubanos, como Jesús J. Barquet, Virgilio López Lemus, Jorge Luís Arcos, Reina María Rodríguez y el ya citado Ronel González Sánchez, autor de un excelente libro, aún inédito, sobre la vida y obra de Delfín Prats.

Para ilustrar la portada contamos con la inestimable colaboración del pintor Miguel Ángel Salvó (Holguín, 1971) que cedió dos de sus obras, una de la cuales aparece en el interior del libro.

domingo, 25 de agosto de 2013

Un poema de Joaquín Gálvez


 
 
Respuesta a Walt Whitman
 
Te celebro y te canto a ti mismo.
A tu verso: verde sinfonía que no se puede escindir
                             de la hierba.
A tu atisbo: todo el universo reproduciéndose
                             en tu atisbo;
redoble de tierra donde las lilas eligen
                             su nacimiento.
 
Ríos, bosques, cosmos (es ese hombre que lo contempla
desnudo),
Manhattan, una locomotora de invierno…
Erudición es el ojo del buey, el soldado,
o una prostituta cualquiera; tu tumba, en Camden,
                                                                      condenada
a que siempre la atraviese la vida.
Ellos, junto a tu orgasmo, forman un mismo cuerpo.
                ¡Han recuperado su lengua!       
 
Atrás quedó el soterrado rostro en la timidez
                             de los espejos.
Tu voz se desboca
                                                  y nos devuelve
semejantes a la lluvia.

Qué será de mi tiempo: amorfo mundo
donde las computadoras, por el hombre, sueñan;
donde, de ultrajar tanto al ojo, no hay visibilidad
para sostener esas hojas de hierba.
 
Yo, poeta, clamo por mi origen (mi tribu, que un día
fue arrancada del fuego).
Que tus palabras –rayo que nos roba Zeus-
                             me protejan.
Yo también necesito celebrarme y cantarme
                             a mí mismo.
 
 
 
Poema perteneciente al libro Alguien canta en la resaca (Término Editorial, Cincinnati, 2000)

viernes, 23 de agosto de 2013

Cuba, el embargo y el cambio sin cambio


 
Por Armando Añel
 
Frecuentemente, el debate en torno al embargo al régimen implantado en Cuba se centra en el ámbito de lo político. Pero es en el de lo económico que las restricciones norteamericanas alcanzan envergadura práctica. Suele olvidarse que la medida incide, fundamentalmente, en el área de las inversiones, el turismo y la exportación —cuya índole antaño preferencial intenta rescatar La Habana dados el atractivo natural de la Isla, su cercanía a Estados Unidos y la existencia de una numerosa, y boyante, comunidad emigrada.
Aunque el petróleo chavista continúa amamantando la antigua criatura, se trata de una financiación coyuntural (en Venezuela no hay ya ni papel higiénico). A mediano o largo plazo, el castrismo necesita acceder a los dineros del enemigo del norte, encarnados en el turismo más generoso de Occidente, sus inversores más solventes o sus consumidores más empedernidos. Más que a la compra de alimentos, medicinas o materias primas, es a esto último a lo que se opone el embargo de baja intensidad, porque el régimen ha adquirido regularmente una amplia gama de productos en el mercado estadounidense.

Así, la pertinencia de las restricciones no debiera medirse en función de lo que provocan, que no provocan mucho, sino de lo mucho que impiden.

Una anécdota puntual

Para ejemplificar puntualmente la importancia que el régimen castrista concede a Estados Unidos y al exilio cubano como tabla de salvación económica, me detengo sobre una reciente anécdota que compartí, vía correo electrónico, con el escritor Juan Cueto Roig. Narra una tercera persona:

“Maxxila (llamémosle así a esta oficial de la policía del sur de la Florida) me llamó hoy para contarme que ayer trabajó hasta muy tarde porque tuvieron que desarmar una casa que tenía todo el equipo que se necesita para identity theft (se refiere al robo de identidad, con el que en Miami y otras ciudades se accede a los recursos o beneficios –como los otorgados por la Ley de Ajuste-- de otras personas). Se quedaron azorados ella y todos los policías con la gran empresa de hacer tarjetas, pegar fotos de ilegales y demás. Ella ya está cansada de ver cada día más que son cubanos recién llegados los que tienen este negocio ilegal. Maxxila le preguntó a una de las mujeres: chica, yo soy cubana también y estoy impresionada con lo sofisticadas que están estas producciones de tarjetas, etcétera… ¿cómo ustedes aprendieron esto tan pronto? Y la mujer le contestó: Esto se aprende en Cuba. Hay muchos colegios de fraude que el gobierno establece y en ellos enseñan no solo cómo defraudar a este país (Medicaid, Food Stamps, Disability, etcétera), sino que lo que más interesa a los alumnos y a los profesores es el fraude millonario. ¡Nadie viene a este país solo para que le den de comer!”.

Con los dineros del enemigo

Dada su naturaleza práctica, que dificulta la normalización del neocastrismo y limita la eficacia de los organismos de propaganda y represión gubernamentales —recuérdese la uniformidad social o la inexistencia de una disidencia pública en Cuba durante los años dorados del neocolonialismo soviético—, puede decirse que el embargo actúa como dique de contención a la marea del totalitarismo.

En sistemas totalitarios como el cubano, el aparato de control social gira sobre dos ejes interdependientes, dependientes a su vez de las plusvalías que sea capaz de colectar el Estado: el de la dádiva y la recompensa, implementado por una serie de instituciones que premian, en ocasiones generosamente, la incondicionalidad al régimen --la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) es una de ellas--, y el policíaco, que participa de la represión pura y dura o la relativiza penetrando los focos de descontento popular y cultural. En su momento, los subsidios este-europeos no fueron invertidos en el desarrollo económico de la Isla, sino —amén del injerencismo en el Tercer Mundo— en aceitar estas y otras mecánicas de avasallamiento.

De cualquier manera, La Habana aspira a que Estados Unidos financie dos figuras imprescindibles de cara a la normalización del neocastrismo:

• El aparato de seguridad. Los dineros del enemigo refinanciarían un andamiaje del que no sólo forman parte los soplones, los agentes de influencia cultural –también integrantes de lo que he llamado por estos días, para variar, operación Puente Seguro--, la policía política o las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida, sino los estímulos laborales, los viajes al exterior y, en general, el tenebroso sistema de manipulación gracias al que, por poner solo un ejemplo, los trabajadores del sector turístico son de los más interesados en acudir a las movilizaciones gubernamentales y/o acatar las reglas impuestas por la dirigencia: de ello depende la conservación de su empleo, codiciadísimo en la Cuba en divisas convertibles.

Téngase en cuenta que en regímenes como el castrista el Estado ejerce compulsivamente su triple condición de juez, empleador y propietario, con lo cual la variable “a mayor solvencia estatal mayor indefensión ciudadana” resulta una perogrullada. Los mecanismos de soborno, chantaje y coerción tradicionalmente instrumentados por la dictadura alcanzarían, tras la inyección de capital norteamericano, cotas de eficacia inimaginables.

• El aparato de propaganda. Un apartado sobre el que el régimen hace particular énfasis y que el levantamiento incondicional del embargo revitalizaría. Aun en lo más álgido de la crisis económica, el poder no ha dudado en gastar en propaganda antes que adquirir alimentos o medicinas para la población, todo lo cual, sencillamente, le parece más redituable a nivel político. Los ríos de moneda dura invertidos en transportar y organizar la parafernalia de las grandes concentraciones, o la construcción y avituallamiento de un millonario complejo deportivo con vistas a los Panamericanos de 1991 —irrentable en lo más profundo del Período Especial—, lo confirman.

Dicha estrategia, sin embargo, no se limita al adoctrinamiento nacional, sino que trasciende las fronteras insulares apuntalando dictaduras emergentes en otros países.

Hacia el cambio sin cambio, o la normalización del neocastrismo

La ofensiva antiembargo preconizada por el régimen cubano y sus valedores exteriores constituye una apuesta de continuidad. Concebida como revulsivo para un sistema incapaz de generar riqueza, encuentra soporte en la naturaleza utilitaria de cierto empresariado occidental, correa de transmisión en intelectuales y activistas exiliados necesitados de reconocimiento o chantajeados emocionalmente, y referente en la estrategia china del cambio sin cambio, patentada por Deng Xiaoping. Cito su célebre frase, reveladora donde las haya: “No importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones”.

El modelo Deng, que nadie se engañe, continúa subordinando la economía a la política transcurridos más de 30 años de su implantación. Basa su éxito en las condiciones de semiesclavitud desde las que la población acude a un mercado de trabajo en el que el empresariado extranjero, desaprensivamente, invierte con ventaja. Como en Cuba, en China los derechos laborales, casi todos los derechos, penden de la soga de la ideología oficial —pendiente, a su vez, de los tirones de la clase gobernante—, mientras “el Estado controla el mercado y el mercado guía a las empresas”. Mientras Occidente mira para otro lado.

Un panorama elogiado por el propio Fidel Castro durante su última visita al sudeste asiático, hace ya diez años: los empresarios, “extranjeros como regla y de rígidas normas de administración capitalista, [invierten] en un país comunista, que cobra impuestos, distribuye ingresos, crea empleos, desarrolla la educación y la salud, [una] revolución humana por excelencia”. Y ya se sabe lo que significan, en el muy particular dialecto castrista, “distribución de ingresos”, “revolución humana” y otras yerbas por el estilo.

En este sentido, el crecimiento del PIB chino durante las últimas décadas revela la ineficacia de la economía abierta en tanto instrumento de transición hacia la democracia si la cúpula gobernante mueve todos los hilos (como ocurre en China y como pretenden que ocurra en Cuba los Castro, sus herederos y los cínicos de “esta orilla” para quienes el pueblo cubano, si lo empujan, come yerba, y en definitiva no merece otra cosa que mano dura y migajas). Todo esto habrá sido convenientemente sopesado por La Habana, dispuesta a adaptar y/o condicionar la fórmula del cambio sin cambio a un entorno culturalmente en las antípodas.

Cabe recordar que ya en 2004 la III Conferencia La Nación y la Emigración —a la que acudió lo más granado de la emigración procastrista— sirvió para adelantar algunas de las variantes que tenía en mente el gobierno con vistas a una sucesión financiada por los dineros del enemigo. En representación de Fidel Castro, el ahora defenestrado talibán Felipe Pérez Roque invitó a la comunidad emigrada a invertir en Cuba, convencido de poder manejar a su antojo los resortes del sistema tras el levantamiento de las sanciones comerciales.

Los desesperados esfuerzos del régimen cubano por acceder activamente al mercado estadounidense marcan la madurez de la operación Puente Seguro. Se persiguen barquitos de papel al alcance de quienes desagüen el río del embargo: la perpetuación de una clase dirigente egresada, o no, de las escuelas del Partido; la instauración de un capitalismo de Estado a lo chino o ruso, retocado por las particularidades que son del caso; el control de esta suerte de híbrido poscomunista a partir de los réditos de una economía aupada por el capital foráneo y la mano de obra cautiva; el establecimiento de niveles de jerarquización social aún más acentuados y dependientes del control estatal; la eliminación total, o la relativización total, de la oposición pública.

Un gato demasiado ornamental para el gusto de algunos, pero que, parafraseando a Deng, también puede cazar ratones.

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Versión actualizada y aumentada de un artículo aparecido en Cubaencuentro en 2004

 Cortesia: Neo Club Press

miércoles, 21 de agosto de 2013

Este viernes, encuentro con el escritor José M. Fernández Pequeño en La Otra Esquina de las Palabras





La Otra Esquina de las Palabras invita a un encuentro con el escritor cubano José M. Fernández Pequeño, ganador del Premio Nacional de Cuento 2013 en la República Dominicana.

Las palabras de presentación estarán a cargo de la escritora Ena Columbié
 
Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305) 448-4949
Viernes, 23 de agosto-7:00 p.m.
 
José M. Fernández Pequeño: Ha publicado catorce libros en géneros como la crítica literaria, la narrativa, el ensayo y la literatura infantil. Se graduó de Licenciatura en Letras por la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, y realizó luego estudios como asistente de dirección cinematográfica. Tiene una maestría en Ciencias de la Educación, mención investigación, por la Universidad de Camagüey, en Cuba, y la Universidad APEC, en República Dominicana. Ha desarrollado una larga carrera como profesor universitario editor y gestor cultural. Ha publicado los siguientes libros de cuentos: Un tigre perfumado sobre mi huella (Editorial Cañabrava, 1999; Editorial Plaza Mayor, 2004), Cuentos para Angélica (Editorial Libresa, 2003; Editorial Oriente, 2005), y Tres, eran tres (Grupo Editorial Norma, 2007). Entre los últimos premios que ha recibido están: Premio Memoria, de la UNESCO, en ensayo (1997); Premio Internacional Casa de Teatro, en cuento (República Dominicana, 2001); finalista en el Concurso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil Libresa (Ecuador, 2003); Premio Nacional de Ensayo Pedro Francisco Bonó (República Dominicana, 2008); finalista en el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo (Francia, 2012). Hace apenas unas semanas fue galardonado con el Premio Nacional de Cuento 2013 en la República Dominicana por su libro “El arma secreta”. Edita el blog Palabras del que no está (www.palabrasdelquenoesta.blogspot.com).

martes, 20 de agosto de 2013

Número 34 de la Revista Sinalefa


 
 
Índice / Sinalefa No. 34

 

1. Gisela Baranda / Poesía

2. Roberto Bolaños / El gusano (cuento)

3. Ismael Sambra / Poemas del exilio

4. Esther Díaz / La irreverente vida sexual de una intelectual (narrativa)

5. Tomás Sánchez Santiago / Arrancado de cuajo

6. Tereixa Constenla / Leer era cosa de hombres

7. Luigi Muccitelli / Poema bilingüe: italiano/español

8. Ángel Santiesteban-Prats / Los artistas Fantasmas... (Articulo)

9. Jorge Olivera Castillo / El comisario Retamar (articulo)

10. Héctor Pena / Las paredes de una sombra (poesía bilingüe)

11. Gisela Kozak Rovero / La pasión (narrativa)

12. Rubén Sánchez Feliz / Travesuras (cuento)

13. Magali Alabau / Poema

14. Juan Mendoza / Cumple 50 años "Rayuela" (artículo)

15. Mariela A. Gutiérrez / Leer: la pasión más perfecta (ensayo)

16. Antonio Jiménez Barca / Ultimas noticias del inagotable Pessoa (ensayo)

17. Alberto Romero / Un tipo de cuidado (cuento)

18. Daykel Angulo Aguilera / Poesía

19. Eduardo Montes-Bradley / Rita Dove: La poeta de Barack Obama (ensayo)

20. Diego Trinidad / En defensa de la verdad histórica (ensayo)

21. Cesare Pavese / El oficio de vivir (fragmento de su diario)

22. Ezequias Blanco / Violencia de género (poesía)

23. Anita Velez-Mitchell / La mochila de mis sueños (poesía)

24. José Abreu Felippe / 'Volver' poema terriblemente hermoso (resena)

25. Gustavo Santiago / La experiencia del fuego (reseña)

26. Leonora Acuna de Marmolejo / El Joie de Vivre... (reseña)

27. Felipe Lázaro / El castrismo ya está en la cloaca de la historia (reseña)

28. Jacinta Cremades / Revoluciones, de J.M.G. La Clezio (reseña)

29. Alfredo Alzugarat / Cezanne y Zola (reseña)

30. Ena Columbié / Los cuentos de Eva (reseña)



Sinalefa es una revista literaria independiente sin fines de lucro. No pertenece a ningún partido político o literario. Se publica tres veces al año y no se hace responsable por los juicios y opiniones expresados por sus autores. Se aceptan colaboraciones inéditas en todos los géneros, preferiblemente aquellas que vengan por correo electrónico y en attachment (archivo). Para anuncios, por favor, solicite nuestra tarifa. Suscripción anual $20, fuera de USA $25, y para instituciones $30. Haga su cheque o giro postal a nombre de: Sinalefa / R. Bordao. Dirección Postal: Revista Sinalefa, P. O. Box 23311, Brooklyn, NY, 11202 - USA.
 

lunes, 19 de agosto de 2013

Un monumento para Álvarez Guedes





Por Armando Añel
 
Los cubanos deberían levantarles monumentos a quienes los hacen reír. Guillermo Álvarez Guedes fue uno de ellos, y de los más destacados. Ahora que ha muerto, pero desde mucho antes, los cubanos debían hacerle una estatua en algún florido parque de Miami, incluso de La Habana o Matanzas.

Uno de los grandes errores de la cultura cubana (como de muchas otras, ciertamente), tanto en la Isla como en el exilio, ha sido levantarles monumentos a militares, políticos y pensadores –cuyo pensamiento tanto nos ha atrasado-- en lugar de a creadores, humoristas y empresarios (y a músicos, bailarinas, cocineros, etcétera), que son quienes en verdad lo merecen.

Un monumento para Álvarez Guedes, quien acaba de fallecer en Kendall, mi barrio, un 30 de julio de 2013. Sería una buena manera de iniciar la refundación cultural de Cuba, tan necesitada de un cambio drástico en este tercer milenio, y sacudirnos la rigidez acomplejada que ha convertido a la nación (al proyecto de nación), supuestamente tan dotada para la fiesta y la alegría, en un triste montón de escombros solemnes. Para luego es tarde.

Publicado originalmente en Neo Club Press


sábado, 17 de agosto de 2013

Encuentro con el escritor José M. Fernández Pequeño en La Otra Esquina de las Palabras




La Otra Esquina de las Palabras invita a un encuentro con el escritor cubano José M. Fernández Pequeño, ganador del Premio Nacional de Cuento 2013 en la República Dominicana.

Las palabras de presentación estarán a cargo de la escritora Ena Columbié
 
Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305) 448-4949
Viernes, 23 de agosto-7:00 p.m.
 
José M. Fernández Pequeño: Ha publicado catorce libros en géneros como la crítica literaria, la narrativa, el ensayo y la literatura infantil. Se graduó de Licenciatura en Letras por la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, y realizó luego estudios como asistente de dirección cinematográfica. Tiene una maestría en Ciencias de la Educación, mención investigación, por la Universidad de Camagüey, en Cuba, y la Universidad APEC, en República Dominicana. Ha desarrollado una larga carrera como profesor universitario editor y gestor cultural. Ha publicado los siguientes libros de cuentos: Un tigre perfumado sobre mi huella (Editorial Cañabrava, 1999; Editorial Plaza Mayor, 2004), Cuentos para Angélica (Editorial Libresa, 2003; Editorial Oriente, 2005), y Tres, eran tres (Grupo Editorial Norma, 2007). Entre los últimos premios que ha recibido están: Premio Memoria, de la UNESCO, en ensayo (1997); Premio Internacional Casa de Teatro, en cuento (República Dominicana, 2001); finalista en el Concurso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil Libresa (Ecuador, 2003); Premio Nacional de Ensayo Pedro Francisco Bonó (República Dominicana, 2008); finalista en el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo (Francia, 2012). Hace apenas unas semanas fue galardonado con el Premio Nacional de Cuento 2013 en la República Dominicana por su libro “El arma secreta”. Edita el blog Palabras del que no está (www.palabrasdelquenoesta.blogspot.com).

miércoles, 14 de agosto de 2013

Este viernes, Concierto Secreto de Mike Porcel


 
Mike Porcel
ConCierto Secreto.
Proximo Viernes ~ Next Friday Aug 16, 2013 ~ 9.00pm
Capacidad limitada~Limited space
Entradas a la venta solamente online a traves de la pagina de "Concierto secreto"
Tickets only available online through "Secret concert" page
Open bar, snacks and free parking

Book or buy tickets here
Reserve o compre su entrada aqui
http://conciertosecreto.com/

martes, 13 de agosto de 2013

Este viernes, Ángel Cuadra en La Casona


 
 
ANGEL CUADRA EN LA CASONA

presentado por Luis de la Paz

El 16 de agosto de 2013, de 8 a 10 p.m. en el

Miami Hispanic Cultural Arts Center

     111 SW 5ta. Avenida

 

Encuentro en La Casona, la tertulia del tercer viernes de cada mes, anuncia su jornada del mes de agosto con el poeta, ensayista y periodista ÁNGEL CUADRA.

 El programa Encuentro en La Casona, conducido por el escritor y periodista Luis de la Paz, es una producción del Creation Art Center, organización que preside Pedro Pablo Peña, director general del Miami Hispanic Cultural Arts Center.


Encuentro en La Casona tendrá su próxima actividad para el viernes 16 de agosto, de 8 a 10 de la noche, en el 111 SW 5ta. Avenida, con la participación del reconocido poeta ÁNGEL CUADRA. Más información en el (305) 549-7711.



Ángel Cuadra, Presidente del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, nació en La Habana, Cuba. Se graduó de Doctor en Derecho en la Universidad de La Habana y en el Seminario de Artes Dramáticas del Teatro Universitario. Fue uno de los fundadores del Grupo Literario Renuevo, en 1957. Y ejerció la profesión de abogado durante once años, hasta 1967, cuando fue sentenciado a quince años de prisión por actividades de oposición política.

En octubre de 1980 el Pen Club de Suecia lo nombró “miembro de honor” del mismo. Emigrado a Estados Unidos en 1985, obtuvo una maestría en Estudios Hispánicos en la Universidad Internacional de la Florida, donde ha sido profesor adjunto en el Departamento de Lenguas Modernas. Es, además, profesor del Seminario de Teatro Prometeo, del Miami-Dade Community Collage. Y desde hace años escribe una columna semanal en el Diario Las Américas.

Ha publicado los libros de poesía Peldaño (Cuba, 1959), Impromptus (EU, 1977), Tiempo de hombre (España, 1977), Poemas en correspondencia (EU, 1979), Esa tristeza que nos inunda (Selección, España, 1985), Fantasía para el viernes (EU,1985), Las señales y los sueños (Teruel, España, 1988), Réquiem violento por Jan Palach (EU, 1989), La voz inevitable (EU,1994), Diez sonetos ocultos (EU, 2000), Y el ensayo Escritores en Cuba socialista (EU, 1986), entre otros.

Ha ganado, entre otros, los premios de poesía Rubén Martínez Villena (Universidad de La Habana, 1954), Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York (1958), Premio Presidencial del Pen Club de Los Ángeles (Estados Unidos, 1986), Premio Amantes de Teruel (Teruel, España, primer hispanoamericano en obtenerlo) y Premio de Poesía josé María Heredia de la Asociación de Críticos de Arte (ACCA, EU, 1993), por su libro La voz inevitable.

 

 

 

Recital poético en homenaje a Luis Ángel Casas


 
 
El Instituto de Cultura Peruana invita a un recital poético en homenaje al escritor, recientemente fallecido, Luis Ángel Casas. Los asistentes recibirán un libro gratis del ICP. 

 El recital poético dará inicio con poemas de Luis  Ángel Casas en su propia voz. El acto tendrá lugar durante la clausura de la exposición de pintores peruanos.

   Fecha: Jueves 15 de agosto,

    Hora: 7:00 p.m.

    Lugar: Galería del NPTI

    4000 West Flagler St. Miami.

    Admisión y estacionamiento gratuitos.

 

   

viernes, 9 de agosto de 2013

Las cosas por su nombre




Por Armando Añel



La poesía es también un acto delictivo. El poeta tiende a sumergirse en ámbitos exteriores y apropiarse de sus interioridades. Roba (lo que todo el mundo puede robar pero pocos tienen la capacidad de robar). Escudriña. Se apropia de lo otro y lo transforma para subvertirlo, o para recrearlo, o para embellecerlo. Lo otro: una mujer, una ciudad, un patio, una muchedumbre o, borgianamente hablando, la forma de la espada.

Esta apropiación de lo desconocido -dando por sentado que no se trata de lo desconocido literario, sino de lo desconocido existencial- pasado por el agua de la creatividad propia; esta delincuencia letrada, perpleja ante el descubrimiento y la apropiación de lo ajeno, resuena y se expande incesantemente. En Trilogía del paria (Editorial Silueta, Miami, 2007), el último libro publicado del poeta Joaquín Gálvez, la palabra alcanza esas alturas y otras muchas, hasta girar sobre sí misma y auscultarse asombrada.

Trilogía del paria recrea unos ámbitos, unas perplejidades, unos desgarramientos ya presentes en otros poemarios de Gálvez. Por ejemplo, en El viaje de los elegidos, publicado en 2005, el poeta se pregunta: "Señor, cuántos demonios tiene el poeta, / que anda con tres piernas, / mira con tres ojos / y ama con cien pechos. / ¿Quién le dio autoridad / para nacer todos los días?".

Estamos ante un ámbito interior recreado en ámbitos ajenos. Ante unos ámbitos ajenos de los que se apropia el poeta. Siguiendo las premoniciones de una lírica cortante, que no retrocede ante la fealdad, o la deslumbrante belleza, de las cosas, Gálvez introduce múltiples universos en su universo, disímiles circunstancias en su circunstancia. El autor, no obstante, no sólo ejerce esta suerte de delincuencia letrada. Es también un orfebre, como demuestran estos versos de Trilogía del paria: "Quién soy, he sido y seré, sino el deseoso habitante / condenado a nunca poblar su sed. / Mas siempre nos vendrá a visitar una lluvia sin nombre / -desposeído diamante del instante- / que entra, en nuestros ojos, entre el abismo y la luz".

Un orfebre que por lo mismo, y a sabiendas de que no carga con el lastre de las deudas generacionales o las tendencias de estilo, se resiste a caer en el facilismo de la escritura críptica. A diferencia de tanto poeta deslumbrado por "la oscuridad de la semántica" -como le ha dado en llamar un amigo, también poeta-, Joaquín Gálvez maneja un lenguaje transparente y organizado, agudo y esclarecedor: para decirlo desde el lugar común, llama a las cosas por su nombre. Y por supuesto, las cosas tienen muchos nombres y ciclos, muchos ángulos y etapas. Porque este último poemario del autor -anteriormente había publicado Alguien canta en la resaca (Término Editorial, 2000) y El viaje de los elegidos (Betania, 2005)- es una suerte de resumen de ciclos, de etapas: un recuento de las paradas de su paso por el mundo: poemas escritos en La Habana (1985-1987), poemas escritos en New Jersey (1993-1995), poemas escritos en la llamada "capital del exilio cubano" (2004-2006). La unidad de estilo e intenciones en Trilogía del paria resulta, sin embargo, inobjetable.

En este libro, pero también en todos los suyos, la poesía de Gálvez constituye una expectación y una sentencia, la letra en ascenso que redondea los espacios, los timbres, la música de las cosas. Desde su salida de Cuba, en 1989, pasando por su estancia en New York hasta fondear en ese puerto ineludible que es para la mayoría de los cubanos Miami, el autor de Trilogía del paria ha estado construyendo una obra que destaca por el poderío de sus imágenes, la riqueza de un lenguaje poéticamente funcional y la circunstancia, incesantemente rescatada, de la otredad, de la diáspora auscultada, de lo ajeno. Lo ajeno, cabe repetirlo, apropiado y recreado -lo ajeno que deja de ser ajeno-, proyectado como la tela al viento de una bandera. Lo diverso, lo diferente, finalmente liberado en el remolino ascendente de las palabras. La letra en espiral. Las cosas por su nombre.


Reseña publicada originalmente en la Revista Hispanocubana.