lunes, 25 de febrero de 2013

Este viernes: presentación del libro "Flores para una leyenda", de Miguel Sabater, en La Otra Esquina de las Palabras








La Otra Esquina de las Palabras invita a la presentación del libro,

"Flores para una leyenda", del escritor cubano Miguel Sabater Reyes
(Basado en la vida del proxeneta Alberto Yarini).

Las palabras de presentación estarán a cargo del escritor Angel Velázquez Callejas

Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
305-448-4949

Viernes, 1 de marzo-7:00 p.m.


Miguel Sabater ha impartido varias conferencias en Cuba relacionadas con la vida del famoso proxeneta, entre ellas “Alberto Yarini: La realidad y la Leyenda”; y “Albert Yarini: Un personaje típico”. También ha publicado los libros “Cuento Orishas” (2003) y “Sabeatierra” (2012).

Sabater, licenciado en Filología de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de la Habana se ha desempeñado como especialista en archivística del Archivo Nacional de Cuba, y actualmente es miembro del consejo de redacción de la revista Palabra Nueva de la Arquidiócesis de La Habana.



 

miércoles, 20 de febrero de 2013

Este viernes, encuentro con el poeta Jesús A. Díaz Hernández (Tinito) en La Otra Esquina de las Palabras



 
La Otra Esquina de las Palabras invita a un encuentro con el poeta cubano Jesús Alberto Díaz Hernández (Tinito)

Las palabras de presentación estarán a cargo del poeta Juan Carlos Valls 



Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305) 448-4949
Viernes, 22 de febrero-7:00 p.m.  


Jesús Alberto Díaz Hernández: 1971, Pinar del Río, Cuba. Poeta, dibujante, estudió lengua inglesa en el instituto Pedagógico de Pinar del Río. Tiene publicados los poemarios: «Discurso en la penumbra», Editorial Hoy no he visto el paraíso (2012), «SANCTASANCTÓRUM», Editorial Eriginal (2012), tiene inédito «Como Narciso en la floresta de los cuervos». Sus poemas aparecen en varios blogs, revistas, literarias y antologías. Actualmente reside en Miami, Florida

martes, 19 de febrero de 2013

Lee a Fonseca sincero, que te da su Zona Franca



Por Armando Añel

Suele asociarse el concepto “Zona Franca”, en extrapolación al ámbito de la vida diaria, con un espacio de intercambio donde los controles son más relajados o, sencillamente, hay libertad absoluta para “operar”. De manera que cuando el poeta Alejandro Fonseca anunció la apertura de la tertulia del mismo nombre para la noche del 21 de febrero en la Ivan Galindo Art Studio (2248 SW 8 Street. Miami, Florida 33135), muchos hicimos, mentalmente, la referida asociación. Algo que la declaración de intenciones adjunta a la nota de prensa que divulgó el evento, pareciera confirmar.
En este sentido, conversamos con el coordinador de ZF para, en el mejor espíritu constructivo y de confraternidad, “poner el parche antes que salga la herida”:

Armando Añel: ¿Por qué llamarle Zona Franca (ZF) a una tertulia?

Alejandro Fonseca: Zona franca es una frase harto conocida, y desde tiempos inmemoriales. En esta ocasión será tomada para darle nombre y cuerpo a una nueva propuesta literario-cultural, en el recinto que por mucho tiempo ocupara el grupo Alfa 66 y que ahora es parte de la galería Ivan Galindo Art Studio, en la ciudad de Miami. La finalidad de esta propuesta de ZF es abrirle un espacio a cualquier autor que quiera participar, siempre que su obra mantenga una sostenida calidad artística. Pero esto último no se opondría de manera alguna a la crítica franca y a otras sugerencias y opiniones (tan necesarias para estos eventos) que quiera expresar el público. Recuérdese también que, en estos casos, es tan democrático opinar como guardar silencio.

AA. En los últimos años se ha visto un florecimiento de la cultura en Miami. Recientemente se anunció la apertura de la tertulia “Encuentro en La Casona”, coordinada por Luis de la Paz, y todos conocemos espacios como La Otra Esquina de las Palabras o Delio Photo Studio, etc., que mantienen viva la movida cultural miamense. ¿Qué demanda cubriría Zona Franca que tal vez no ofertan los espacios ya existentes? En su opinión, ¿hay algo que debe ser mejorado?

AF. Es evidente que la ciudad de Miami, entre vericuetos y pasadizos, ha ido orientándose hacia un rumbo positivo en la búsqueda de su propia identidad cultural. Durante algunos años he participado en incontables espacios, mayormente literarios. Por tanto, y en este sentido, puedo acuñar que, en el terreno del pensamiento y el arte, donde en un tiempo no lejano había playas y pantanos plagados de lagartos a diario siguen apareciendo nuevos resplandores propios de un incipiente pensamiento estético. Pero las aspiraciones de ZF tratarán de ser un tanto eclécticas. Es decir, se trata de introducir algunas variantes en la estructura algo rígida y de tono profesoral --a veces incluso con rasgos tribales-- que padecen ciertos espacios con aspiraciones estéticas en la ciudad. Pensamos sacarle partido a marcadas deficiencias que en muchas ocasiones derivan del factor humano. No perdamos de vista al más grande de los cubanos, que siempre mantuvo la idea del “mejoramiento”.

AA. ¿Tiene pensada una estructura definida para la tertulia, que establezca una diferenciación o estilo propio?

AF. Siempre tendremos en cuenta que los autores expuestos, poetas, narradores, periodistas, ensayistas, cinéfilos, pintores y otros malabaristas de la cultura, sean las personas más importantes de la noche. Se trata de evitar que, como casi siempre sucede, aparezcan de forma oportunista esos múltiples presentadores, saloneros y lenguaraces, que leen con frecuencia largos y aburridos mamotretos, opacando o minimizando en muchas ocasiones a importantes autores a los que, por añadidura, les cuesta dinero publicar su obra. Recuérdese que ya los tiempos panegíricos de Vargas Vila pertenecen a un periodo vetusto de la historia.

Cortesía: Neo Club Press

domingo, 17 de febrero de 2013

Un poema de Joaquín Gálvez



 
 
EN TORNO A LOS AMANTES

 Para Aida, en plenitud de tiempo y espacio

 

No sólo en cuerpo y alma,

también nos poseemos en tiempo y espacio.

Precisamente, porque en torno a nosotros

no cuenta tiempo y espacio.

Y toda entrega, bajo el firmamento oriundo,

fue, ayer, continuación de esta noche foránea.

 

Sólo en torno a ti, se me concede semblanza

fuera del tiempo,

un territorio -que no es del mundo-

en todas las regiones del mundo;

por lo que queda abolido este rostro,

su condición de exiliado.

 
Poema perteneciente al libro Alguien canta en la resaca (Término Editorial, Cincinnati, 2000)

sábado, 16 de febrero de 2013

SaludArte apoya subasta de arte “Outsider” en favor de NAEMI


 

 ADRIANA HERRERA

Picasso, uno de los artistas más notables del siglo XX, decía que le había tomado toda la vida aprender a pintar como un niño. También podría haber completado su célebre frase diciendo “pintar como un enfermo mental”, pues existe cierta cercanía entre la creación artística y las fuerzas que escapan o sobrepasan la razón. Cuando ésta se extravía de modo permanente o periódico,  la imaginación abre la puerta a mundos insospechados que pueden abrir paso a una poderosa  expresión plástica.

La organización National Art Exhibitions of the Mentally Ill (NAEMI) está dedicada a traer a la luz las obras producidas por quienes crean en las fronteras de la enfermedad mental, a menudo sin gran entrenamiento artístico, pero con la insustituible fuerza de los universos propios que sólo pueden comunicarse a través de la creación.

El director de NAEMI, Juan Martín, ha constatado durante décadas que, más allá de los dominios del mundo de los cuerdos hay otros parajes: jardines o abismos en donde se forman paisajes o ciudades, frágiles criaturas o monstruos, y toda suerte de seres y formas creadas con esa fuerza única  que caracteriza el llamado arte “outsider”. Un tipo de arte marginal, que contiene una cierta rebeldía y una pureza propia: no obedece a la academia, ni a las tendencias de moda o a la demanda comercial, y que puede ser creado en espacios donde el arte ofrece una última forma de salvación.

La noche del próximo 15 de febrero, un magnífico conjunto de obras reunidas bajo el título “New Hispanic Outsider Art” por Martín, quien ha descubierto en asilos y en las casas de los enfermos mentales “un bastión creativo”, será subastado en un evento organizado conjuntamente por NAEMI y por SaludArte Foundation,  en la sede del Wynwood de Ideobox Art Space. La exhibición durará hasta el 22 de febrero.

Entre las obras que exhibirán un selecto grupo de artistas que tienen en común la experiencia del sufrimiento mental, pero también la de esa salvación que ofrece el arte, hay piezas de una artista mujer, Lucía Ballester, también excelente poeta que creó criaturas para acompañarse en las largas noches de insomnio. Y hay obras de artistas de distintos países como Sebastián Ferreira, Gabriel Fernández, Mario Mesa, Ramón Losa, Boris López, Isaac Crespo, Peyi y Joaquín Oliva, que no obstante su precio minimo –no exceden los mil dólares- tienen una cualidad notable. Frente a muchas de estas piezas es posible evocar el caso del conocido “outsider” Martín Ramírez, cuya obra fue rescatada por un profesor en arte y psicología que lo descubrió en el sanatorio cercano a Sacramento, donde vivía creando piezas con bolsas de papel, hojas de libros o un pegante hecho con papas y saliva.

“Nuestra meta –dice Juan Martín-  es ayudar a estos artistas a ganar un reconocimiento, combatiendo el estigma que acompaña a la enfermedad mental, de tal modo que en un futuro, podamos hablar de sus cualidades artísticas, y no de discapacidad”.

Adquirir estas obras no solo expandirá el horizonte de cualquier colección de arte, sino la perspectiva de lo que este es, como espejo del inconsciente de la humanidad. En esos pasadizos de la soledad o el sufrimiento o de la extrema sensibilidad también están contenidos nuestros propios fantasmas y la revelación de lo bello que radica también en la posibilidad de reconocernos en lo más frágil de cada ser humano.  

Todo el dinero recaudado será destinado a la meta de NAEMI de apoyar la creación artística de quienes padecen de alguna enfermedad mental alrededor del mundo. Los primeros 50 compradores recibirán un ejemplar del libro “Echo the Silent Outsider”.

NEW HISPANIC OUTSIDER ART. 15 de febrero. 7 pm. Ideobox Art Space 2417 NMiami Av.

 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Encuentro con el poeta Jesús Alberto Díaz Hernández (Tinito) en La Otra Esquina de las Palabras



 
La Otra Esquina de las Palabras invita a un encuentro con el poeta cubano Jesús Alberto Díaz Hernández (Tinito)

Las palabras de presentación estarán a cargo del poeta Juan Carlos Valls 



Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305) 448-4949
Viernes, 22 de febrero-7:00 p.m.  


Jesús Alberto Díaz Hernández: 1971, Pinar del Río, Cuba. Poeta, dibujante, estudió lengua inglesa en el instituto Pedagógico de Pinar del Río. Tiene publicados los poemarios: «Discurso en la penumbra», Editorial Hoy no he visto el paraíso (2012), «SANCTASANCTÓRUM», Editorial Eriginal (2012), tiene inédito «Como Narciso en la floresta de los cuervos». Sus poemas aparecen en varios blogs, revistas, literarias y antologías. Actualmente reside en Miami, Florida

martes, 12 de febrero de 2013

JUAN CUETO-ROIG ESCUETAMENTE

                                     Foto tomada por Daniel Fernández


Por Olga Connor, El Nuevo Herald, 30 de enero, 2013

Después de dar algunas pautas para que los asistentes supieran cómo escabullirse si se aburrían, por ejemplo, cambiarse de sitio y sentarse al fondo del patio del Café Demetrio, Juan Cueto-Roig advirtió en la tertulia La otra esquina de las palabras cómo era su trabajo literario: “Mi producción poética no es del tipo ‘coser y cantar’ [por suerte para mí y para ustedes], todo lo contrario: mi poesía es escasa, concisa y escueta. Y también: diáfana y sencilla, sin extravagancias lingüísticas, ni barroquismos reciclados”.

Leyó Poema del primer hombre, que ya se había comentado antes en estas crónicas, una obra casi perfecta, y analizó un versículo de la Biblia que nunca había yo notado, diciendo: “1.- En Génesis 9:3 se lee: ‘Toda criatura que se mueve y vive será alimento para ti’. Este es uno de los primeros preceptos alimentarios que aparecen en la Biblia y no excluye ninguna de las comidas que más tarde se prohíben, como el camarón, la langosta, las ostras, el cerdo, etc. Por lo tanto, a este versículo 9:3 me atengo y es el único que religiosamente obedezco”. Estamos de acuerdo.

Esta capacidad satírica la empleó Cueto-Roig para continuar sus Disquisiciones bíblicas, que recuerdan los escándalos del Génesis, cuando héroes históricos –patriarcas como Abraham–, insisten en que sus esposas digan ante el rey que son sus hermanas, para que no los eliminen a ellos, y así no les queda más remedio que quedar como “cornudos” para salvar sus vidas. También leyó parodias de autores cubanos, se inventó un restaurante canibalístico de Miami, recitó otros poemas de sus libros e hizo comentarios sobre la castidad de Don Quijote.

Sus poemas son de un talante clásico y hasta ha cultivado el soneto, pero su obra en prosa desafía los géneros, siendo mordaz y proverbial como Ramón Gómez de la Serna, con sus Greguerías. Diríase que tenemos ante nosotros a un Francisco de Quevedo redivivo o, si buscamos en el idioma inglés, a un Daniel Defoe.

Cortesía: El Nuevo Herald

sábado, 9 de febrero de 2013

Zona Franca en Ivan Galindo Art Studio

            El poeta Alejandro Fonseca, coordinador de Zona Franca


Ivan Galindo Art Studio anuncia la apertura de la nueva tertulia cultural “Zona Franca”, un espacio miamense abierto a las artes, la literatura y el debate que funcionará en jueves alternativos bajo la coordinación del poeta Alejandro Fonseca.

La Ivan Galindo Art Studio está ubicada en la 2248 SW 8 Street (Miami, Florida 33135). La entrada a los eventos programados por Zona Franca es gratuita.

La tertulia inaugural, prevista para el próximo jueves 21 de febrero, a partir de las ocho de la noche, tendrá como invitados a los escritores de origen cubano Joaquín Badajoz y Rolando Jorge.

Zona Franca: Declaración de intenciones

Zona Franca se articula como un espacio para las artes, la literatura y el debate desde una perspectiva plural, que hará énfasis en el mejoramiento del circuito cultural en la ciudad de Miami. De esta manera, la tertulia no rehuirá la sana polémica sino que, al contrario, pretende estimularla, fomentando la libertad de expresión crítica inherente a una democracia moderna.

Cortesía: Neo Club Press

miércoles, 6 de febrero de 2013

Este viernes, presentaci​ón de la novela "La Casa del Sol Naciente", de Daniel Morales, en La Otra Esquina de las Palabras


 
 
 
La Otra Esquina de las Palabras invita a la presentación de la novela La Casa del Sol Naciente (Editorial Homagno, 2011), del narrador cubano Daniel Morales.
 
La presentación estará a cargo del editor Carlos Sotuyo.
 
 
Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
(305)448-4949
Viernes 8 de febrero-7:00 p.m.
 
 
 
 


Daniel Morales (Camagüey, 1962) ganó el Premio Nacional de Talleres Literarios en 1989 con su cuento Con todo el cielo encima. Poco después fundó, con el también escritor Rafael Almanza y otros intelectuales de su provincia, la revista literaria independiente Antenas, Segunda Época. Tras la impresión del primer número de la misma, comenzó a ser hostigado por la policía política. En 1993 se exilió en Estados Unidos.

Fragmento inicial de la novela "La Casa del Sol Naciente", de Daniel Morales



No bien el ruido del teléfono me despertó, lo primero que me vino a la mente fue una soga capaz de soportar todo el peso de mi cuerpo. Vi la hora, serían pasadas las cinco, pero no entendí, así de pronto, el tiempo.

Esperé con el auricular pegado a la oreja, escuchando un vacío. Ya iba a cortar la comunicación, cuando sentí la voz de mi madre distorsionada por el llanto.


Aquellas lágrimas eran un buen síntoma. Todas sus llamadas se resumían en un reclamo por mi condición de mal hijo. Entonces deseché la idea de una recaída, y me decidí a hablarle.

Empecé como siempre, con alguna disculpa, pues en nuestra relación cada cual aceptaba su papel sin reproches. Sin embargo, no fue igual que otras veces, porque al instante me interrumpió, más calmada, para decirme que la Abuela le había aclarado la sospecha de que ella no era la persona que siempre creyó ser.

Según lo poco que oí habíamos recobrado, en el lecho de la moribunda Abuela, nuestra genealogía. No sé qué motivos tendría mi madre para sentirse mal ante la posibilidad de verse despojada de los felices recuerdos de una ascendencia llena de primos y tíos. Una familia de la que sólo habíamos recibido sobras.

Sus palabras me sacaron la rabia acumulada desde mi niñez por el agradecimiento que mi madre le guardaba a ellos (tan diferentes a nosotros) por habernos permitido servirles, siempre y cuando nos limpiáramos bien los pies antes de entrar, por la puerta de atrás, a sus pulcras vidas, y disimuláramos la náusea provocada por las sobras que nos ofrecían con exagerada bondad.

El teléfono rodó por el piso del cuarto, algunos pedazos aún quedaron prendidos del cable, resistiéndose a callar los juicios de mi madre en relación a unos sucesos ocurridos a cientos de millas de aquí, y a más de medio siglo de silencio de la Abuela, que nos inventó una confesión destinada a preservar el pasado de todos sus descendientes, confiada en que la angustia de su existencia la exoneraba de aquella mentira.

Regresé a la cama y volví a pensar en la soga, en mi posible error de cálculo para soportar el peso de mi cuerpo. Afuera, los autos emitían un murmullo semejante a los rumores del viento, y la presumible nieve lo cubriría todo.

Permanecí acostado, contemplando el gris, sintiendo el frío que suponía la abundancia de ese tono.

Recordé que alguien me había escrito para decirme que ya tenía mi propio Londres. Mi presunto amigo no aceptaba que hubiera venido huyendo de la luz, que hubiera optado por las sombras y me limitara a interiores, a una penumbra que aquí, en el norte, había encontrado tan agradable, como para no moverme nunca más de este sitio.

Debió haber transcurrido bastante tiempo desde que interrumpí los lamentos de mi madre, porque de nuevo miré el reloj y esta vez pude reconocer la claridad que se filtraba a través de la ventana.

Habría dormido cerca de doce horas.

Al levantarme, una sensación de debilidad me hizo caer otra vez sobre la cama. Me paré despacio, y esperé hasta recobrar la costumbre de la verticalidad.

Me acerqué a la ventana del cuarto y descorrí las cortinas para que el conocido paisaje de afuera —un edificio de ladrillos desnudos con las ventanas cubiertas con hojas de periódicos, la cerca de tablas rotas y la peste de la basura proveniente de los depósitos desbordados de inmundicias— me trajera de vuelta.

Pero al enfrentarme al paisaje vi que el edificio del fondo tenía las paredes pintadas de un verde nítido, y cristales oscuros en las ventanas. En el patio no había cerca, y la frondosidad de un roble se desplegaba en todas sus ramas y hojas de colores amarillo, rojo, sepia. Abrí la ventana y el aroma del árbol entró en al cuarto. Sin frío ni nieve. Sin gris.

Cerré la ventana, corrí las cortinas y me encaminé hacia el baño confiado en que el impacto del agua en mi piel me haría recobrar la impresión invernal del tiempo. Dejé brotar el agua caliente hasta que el humo subió; regulé la temperatura. Hundí mis manos en el líquido, mojé mi rostro, levanté los ojos, miré el reflejo de mi cara en el espejo envuelta en el vapor y abrí la boca: la debilidad volvió a llenarme. Terminé de lavarme, y me fui evitando el reflejo de mi rostro en el espejo.

Me serví el café y lo bebí despacio, mientras elegía la ropa para salir. Me puse el abrigo y el sudor empezó a correr por debajo de mis brazos. Un vaho caliente me golpeó junto a la puerta del cuarto. Aun así yo no aceptaba el cambio, insistía en el gris a pesar del calor y la imagen vista desde la ventana.

Llegué a la calle asfixiado. El sol me lanzó hacia el interior del edificio. Subí. Me quité el abrigo y lo tiré dentro del cuarto.

En la calle estaban todos los colores menos el gris. La luz hacía relucir todas las cosas. No había nadie. La quietud y el silencio se habían generalizado.

Aunque no era la primera vez que olvidaba dónde había parqueado mi auto, creí que se lo habrían robado porque no hallé la referencia del lugar que suponía: frente a la farmacia, por ejemplo; ni tampoco vi ningún otro vehículo mientras buscaba.

Los sucesos se fragmentaban en mi memoria. Aquel sol pertenecía a una latitud que yo había superado desde hacía mucho tiempo. Me resultaba difícil entender el cambio del gris por aquella claridad, la ausencia de los trenes y sus ruidos.

Pensé que quizás la imagen de la ciudad, en la otra orilla, aún permanecía entristecida por las brumas que ocultaban los edificios y las cúpulas de las catedrales; y me fui hacia el bulevar junto al río, extrañando en los cruces de las esquinas la irrupción de los transeúntes.

Pero al terminar la cuesta, emprendí el descenso con un impulso violento. Corrí, tropezando y cayendo, mientras resbalaba hacia una oscuridad súbita, hasta el fondo de un lecho de piedras húmedas.

A pesar de haber recibido muchos golpes, logré ponerme de pie. Miré hacia arriba. La calle ascendía en una pendiente imposible de remontar. Vi los pulidos adoquines empinados hacia la luz y palpé las paredes del hueco tratando de hallar una grieta, alguna piedra donde apoyarme, o tal vez una soga capaz de soportar todo el peso de mi cuerpo, para subir a desconectar el teléfono antes de que volviera a escuchar, en el contestador, la voz de mi madre distorsionada por el llanto.

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Fragmento inicial de la novela La Casa del Sol Naciente, de Daniel Morales. El libro se presenta el próximo viernes 8 de febrero, a las siete de la noche, en La Otra Esquina de las Palabras, en Café Demetrio (300 Alhambra Circle, Coral Gables).

Publicado originalmente en Neo Club Press

lunes, 4 de febrero de 2013

Concurso “Cuba 2020” anuncia ganadores


 
 
Concurso  “Cuba 2020” anuncia ganadores

 
El proyecto ExpresArte en Libertad anunció este lunes los resultados del primer concurso de literatura y arte “Cuba 2020”, en el que los concursantes participaron con ensayos o imágenes (ilustraciones, caricaturas, diseño grafico, etc.) sobre la forma en que imaginan la vida en la Isla para el año 2020.

Se invitó a participar a jóvenes y adultos residentes en Cuba con sus puntos de vista acerca de cualquier aspecto de la vida cubana en el año 2020. Los ganadores fueron seleccionados en base a la creatividad, originalidad y calidad de la obra por un jurado conformado por expertos internacionales.

Categoría Adulta (Literatura)

Primer Lugar: “Cábalas para una Cuba imaginada”

Segundo Lugar: “Delírium”

Categoría Juvenil (Literatura)

Primer Lugar: “Memorias de un disidente (fragmentos)”

Segundo Lugar: “Cuba 2020” y “Cuba-Libertad”

Categoría Adulta (Arte)

Primer Lugar: “Cuba en la piel” y “El cielo deseado”

Segundo Lugar: “D.N.E…Después de nuestra era”

Categoría Juvenil (Arte)

Primer Lugar: “Se rompen las cadenas”

Segundo Lugar:

“Terapia intensiva” y “Una Cuba libre y próspera”

*se premiaron dos autores extraordinariamente

Los ganadores serán premiados con la publicación de su obra. Además, en el apartado adulto, el primer lugar de cada categoría recibirá 500 CUC en efectivo y el segundo 300 CUC. En el apartado juvenil el primer lugar de cada categoría recibirá una computadora laptop. Los segundos puestos, un Ipod Touch con cinco libros digitales o cinco películas. Los autores e artistas premiados serán informados por los organizadores por medio de correo electrónico.

 

domingo, 3 de febrero de 2013

Fallece en Miami el escritor y crítico de arte cubano Carlos M. Luis

  Carlos M. Luis, en La Otra Esquina de las Palabras, en un homenaje a José Lezama Lima en el centenario de su natalicio.

 

El escritor, crítico y curador de arte cubano Carlos M. Luis falleció esta madrugada en Miami a consecuencia de un cáncer. Tenía 80 años. Luis, también artista plástico, escribió numerosos prólogos, catálogos y comentarios para muchos artistas cubanos. En la última década colaboró casi todos los domingos en la sección Artes y Letras de El Nuevo Herald.

Con una destacada participación en la vida artística en Cuba en los años 1940 y 1950, Luis (La Habana, 1932) formó parte de una generación de creadores, entre los que se incluye su amigo, el pintor ya fallecido Jorge Camacho, que dejaron su impronta antes de salir al exilio.
Después de salir de Cuba en 1962, Luis residió en Nueva York hasta la década del 1970, donde trabajó en la librería y editorial Doubleday. También en la Gran Manzana, fundó la revista cultural Exilio junto al compositor Julián Orbón, del grupo Orígenes, al escultor Alfredo Lozano, al fotógrafo Jesse Fernández y al poeta Eugenio Florit.

En Miami, Luis creó la galería Meeting Point en la avenida Aragón en Coral Gables, que fue determinante para difundir la plástica cubana en el exilio. Fue además fundador y director del Museo Cubano de Arte y Cultura, que creó un hito en la vida cultural de la ciudad a finales de los años 1980 y principios de los 1990. En esos años se hizo una importante retrospectiva que reunió la obra de maestros de la vanguardia cubana como Amelia Peláez, Carlos Enríquez y Fidelio Ponce.

En literatura, Luis fue un profundo conocedor de la obra de José Lezama Lima y del grupo Orígenes, con los que mantuvo una afinidad creativa y además les dedicó importantes reflexiones sobre su obra. Ya en sus últimos años en Miami profundizó su amistad y sus discusiones literarias con el escritor también fallecido Lorenzo García Vega.

“Carlos fue una figura fundadora dentro de la plástica del exilio. No solo hizo una de las primeras galerías que tuvo repercusión internacional, sino que expuso la obra y trajo a artistas cubanos que residían en otros países”, dijo el artista plástico y crítico Aldo Menéndez, recordando la labor de divulgación de Luis de la obra de pintores residentes en París como el mismo Camacho, Gina Pellón y Joaquín Ferrer, y de Mario Carreño, en Chile.

“De domingo en domingo ha puesto al día a los lectores sobre nuestra plástica”, añadió Menéndez, que tuvo “el honor” de compartir la primera exposición personal de Luis, Archaeological Findings, en la galería Durban Segnini, en el 2002.

Autor de El oficio de la mirada (Ediciciones Universal, 1998), libro de ensayos fundamental sobre la cultura y la pintura cubana, Luis escribió también extensamente acerca del movimiento surrealista y sus derivaciones. A su muerte deja listo para publicación un volumen sobre los surrealistas.

 “El cultivó la pintura poema, el collage y el fotomontaje a la manera de los surrealistas”, precisó Menéndez, que cuando lo visitó el miércoles en su casa vio que la preocupación fundamental de Luis era recordarle que dejaba terminado un comentario crítico sobre Salvador Dalí y otro sobre Mario Carreño, con motivo de su centenario.

Cortesía: El Nuevo Herald

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