martes, 19 de febrero de 2013
Lee a Fonseca sincero, que te da su Zona Franca
Por Armando Añel
Suele asociarse el concepto “Zona Franca”, en extrapolación al ámbito de la vida diaria, con un espacio de intercambio donde los controles son más relajados o, sencillamente, hay libertad absoluta para “operar”. De manera que cuando el poeta Alejandro Fonseca anunció la apertura de la tertulia del mismo nombre para la noche del 21 de febrero en la Ivan Galindo Art Studio (2248 SW 8 Street. Miami, Florida 33135), muchos hicimos, mentalmente, la referida asociación. Algo que la declaración de intenciones adjunta a la nota de prensa que divulgó el evento, pareciera confirmar.
En este sentido, conversamos con el coordinador de ZF para, en el mejor espíritu constructivo y de confraternidad, “poner el parche antes que salga la herida”:
Armando Añel: ¿Por qué llamarle Zona Franca (ZF) a una tertulia?
Alejandro Fonseca: Zona franca es una frase harto conocida, y desde tiempos inmemoriales. En esta ocasión será tomada para darle nombre y cuerpo a una nueva propuesta literario-cultural, en el recinto que por mucho tiempo ocupara el grupo Alfa 66 y que ahora es parte de la galería Ivan Galindo Art Studio, en la ciudad de Miami. La finalidad de esta propuesta de ZF es abrirle un espacio a cualquier autor que quiera participar, siempre que su obra mantenga una sostenida calidad artística. Pero esto último no se opondría de manera alguna a la crítica franca y a otras sugerencias y opiniones (tan necesarias para estos eventos) que quiera expresar el público. Recuérdese también que, en estos casos, es tan democrático opinar como guardar silencio.
AA. En los últimos años se ha visto un florecimiento de la cultura en Miami. Recientemente se anunció la apertura de la tertulia “Encuentro en La Casona”, coordinada por Luis de la Paz, y todos conocemos espacios como La Otra Esquina de las Palabras o Delio Photo Studio, etc., que mantienen viva la movida cultural miamense. ¿Qué demanda cubriría Zona Franca que tal vez no ofertan los espacios ya existentes? En su opinión, ¿hay algo que debe ser mejorado?
AF. Es evidente que la ciudad de Miami, entre vericuetos y pasadizos, ha ido orientándose hacia un rumbo positivo en la búsqueda de su propia identidad cultural. Durante algunos años he participado en incontables espacios, mayormente literarios. Por tanto, y en este sentido, puedo acuñar que, en el terreno del pensamiento y el arte, donde en un tiempo no lejano había playas y pantanos plagados de lagartos a diario siguen apareciendo nuevos resplandores propios de un incipiente pensamiento estético. Pero las aspiraciones de ZF tratarán de ser un tanto eclécticas. Es decir, se trata de introducir algunas variantes en la estructura algo rígida y de tono profesoral --a veces incluso con rasgos tribales-- que padecen ciertos espacios con aspiraciones estéticas en la ciudad. Pensamos sacarle partido a marcadas deficiencias que en muchas ocasiones derivan del factor humano. No perdamos de vista al más grande de los cubanos, que siempre mantuvo la idea del “mejoramiento”.
AA. ¿Tiene pensada una estructura definida para la tertulia, que establezca una diferenciación o estilo propio?
AF. Siempre tendremos en cuenta que los autores expuestos, poetas, narradores, periodistas, ensayistas, cinéfilos, pintores y otros malabaristas de la cultura, sean las personas más importantes de la noche. Se trata de evitar que, como casi siempre sucede, aparezcan de forma oportunista esos múltiples presentadores, saloneros y lenguaraces, que leen con frecuencia largos y aburridos mamotretos, opacando o minimizando en muchas ocasiones a importantes autores a los que, por añadidura, les cuesta dinero publicar su obra. Recuérdese que ya los tiempos panegíricos de Vargas Vila pertenecen a un periodo vetusto de la historia.
Cortesía: Neo Club Press
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