domingo, 26 de agosto de 2012

"Doces mensajes a Hercules", de Elvira de las Casas: fotos y palabras de presentación

 





 





 

 

 
Transcripción de las palabras introductorias dichas por Rodolfo Martínez Sotomayor durante la presentación por la Editorial Silueta de la novela Doce mensajes a Hércules de Elvira de las Casas

 
Buenas noches, muchas gracias a todos por su presencia. Es meritorio que estén aquí y no abarrotando las tiendas, apertrechándose para un ciclón patrocinado por Home Depot.

Para elevar el tono, he de evocar a Borges, quien nos enseñó que las personas prefieren lo personal a lo general y lo concreto a lo abstracto, he de decir entonces que es para mí un día especial, no sólo porque la Editorial Silueta presenta un nuevo libro. He de redundar diciendo que no sólo se trata de una excelente novela sino que la autora es una excelente amiga.

Conozco muchos buenos escritores que no son amigos y tengo muy buenos amigos que no son escritores, pero cuando ambas excelencias convergen, es un motivo doble de celebración.

El día en que recibí una llamada de Yvonne López Arenal, hablándome sobre la novela de Elvira, mi memoria se trasladó hacia algunos años atrás, cuando la conocí. Ese día fue un aval de Geoffrey Chaucer, cuando dijo que “si queremos actuar sabiamente, debemos siempre escuchar a las mujeres”. Recuerdo que con intervalos de copas de vino, unos “manganzones” leían sus cuentos, entre ellos yo, mientras Elvira casi tímidamente, parecía pedir permiso para leer uno. En realidad  nos salvó la noche y confieso que fue lo mejor que se leyó.

Algunos años después, mientras caminaba junto a Eva por la avenida de Ponce de León, me encontré con un consagrado escritor, visiblemente resentido o malhumorado. Él me decía que venía de una ceremonia de premiación de un concurso de cuentos, del que evidentemente no había sido el ganador, sino que la premiada fue una tal Elvira de las Casas, a la que nadie conocía y que además de eso, ni siquiera se presentó.

Mas tarde supe que Elvira se había marchado de Miami para los Estados Unidos, es decir, para Nueva York.

Me alegró verla, un tiempo después, durante una presentación de Silueta y descubrir su faceta de pintora con una exposición en el teatro Akuara.

Vino después la llamada de Yvonne y el resto es historia, el placer de adentrarse en el universo de ficción creado por Elvira. Ese pueblo mítico llamado Hormiguero del Campo y sus habitantes, su narrativa que atrapa desde las primeras páginas, llenas de humor y misterio, de intrahistoria y leyenda. En fin, sus Doce mensajes a Hércules, la maravillosa novela que el escritor y periodista Luis de la Paz nos presentará.

 
Muchas gracias.



DOCE MENSAJES A HÉRCULES

 
Por Luis de la Paz

 
            Hormiguero del campo, “pueblo polvoriento donde el tiempo parecía transcurrir más despacio que en el resto del mundo”, enclavado en las faldas de la cordillera del Escambray, en Cuba, es el marco de Doce mensajes a Hércules, la primera novela de Elvira de las Casas, publicada por la Editorial Silueta. Aunque el título parece remitirnos al Hércules de la mitología griega, obligado a realizar doce trabajos de leyenda, en realidad si algo vincula al viril Hércules, hijo de Zeus, con el campesino caribeño que nos entrega Elvira, serían los retos iguales en número. Uno lucha contra el Can Cerbero, el otro logra mantener en jaque a las fuerzas represivas, que como se sabe son las encargadas de salvaguardar las puertas (y las ventanas) del infierno, por lo que devienen en una representación moderna y castrista de temible Can.  

            Que yo conozca no hay en la literatura cubana del exilio una novela que se desarrolle teniendo como escenario los sucesos del Escambray. En cuento está Historias de la otra revolucion, libro de Vicente Echerri, y como legado documental hay importantes libros, como Cuba en guerra de Enrique Encinosa, así como los materiales recabados por el Instituto de la Memoria Histórica Cubana Contra el Totalitarismo que dirige Pedro Corzo, destacando en particular Cuba, desplazados y pueblos cautivos. Pero una novela, creo que sólo Elvira de las Casas ha acometido tal empresa. Por lo antes dicho, pienso que debo apresurarme a señalar que Doce mensajes a Hércules no es propiamente un libro sobre el Escambray, sino que cada uno de los vecinos de Hormiguero del Campo (pueblo ficticio, pero perfectamente localizable, no hay duda de su ubicación), en la región central de Cuba, tejen con sus vivencias, los eventos que tuvieron lugar en su comunidad durante la década del sesenta, en el período de la llamada Limpia del Escambray.

Los personajes: Pura, la comadrona del pueblo; el capitán Lorenzo Arteaga; el Dr. Porfirio Mendoza; Eulalia, su esposa; Rodrigo el taxista; Gabriel Arcángel, militar y enano; Fermín Madrigal, poeta e historiador de Hormiguero del Campo; Rudolf Eisenhand, coronel alemán de la temida Stasi; Horacio el barbero; Urbino el boticario; Margarito el afeminado que estuvo en la UMAP, entre otros memorables pobladores, fortalecen con sus vidas y labores cotidianas las distintas aristas de este thriller.

Elvira de las Casas nos entrega una novela perfectamente estructurada, cuidada hasta en los detalles que parecen menos relevantes. Como lector, siento el diario vivir de los habitantes de la comarca. Gente próspera y trabajadora, que ha logrado abrirse paso con su propio esfuerzo. No hay terratenientes, ni explotadores. Cada uno sus habitantes ha contribuido a levantar un pueblo (su pueblo) que, a punto de cumplir cien años de existencia, tiene una historia que contar, que Elvira, con imaginación, una prosa fluida, costumbrista, elegante y sazonada con mucho humor, nos entrega.

En Hormiguero.., como prácticamente en toda Cuba, con la llegada del castrismo y la instauración de un régimen socialista, se altera el orden social. La revolución castrista, desde sus inicios comienza a inmiscuirse en la vida privada y a cometer desmanes, con cientos de fusilados tras juicios sumarísimos y con pocas garantías, intervención de negocios, cambio de moneda y una larga lista de atrocidades encaminadas a revertir el orden establecido, que si bien no era ni remotamente perfecto, al menos era sustancialmente armónico.

Quienes se oponían a las nuevas normas, iban a parar a prisión, al exilio, o marchaban a las montañas del Escambray para combatir al gobierno militar  que se imponía en la isla. Muchos se unieron a los grupos de alzados, entre ellos el comandado por José Manuel Cabargas (personaje de esta novela), quien con sus hombres enfrentaban al sistema castrista.

En medio de la cotidianidad de Hormiguero del Campo, estaban quienes ayudaban a los alzados con comidas y con avisos (mensajes) que los alertaban sobre las acciones del ejército y la milicia. De esa manera van llegando los mensajes al escurridizo Hércules. Pero, ¿quién es su contacto?, ¿quiénes ayudan a los alzados?, ¿qué hacen para poner en ridículo al oficial alemán y sus tácticas? Esa es parte de la trama de esta novela de aventura, con matices detectivescos que hoy presentamos.

A medida que el lector penetra en estas páginas, no sólo va descubriendo las situaciones de cada familia. También siente cómo se fragmenta y empobrece la comunidad, con el cierre de comercios, las carestías que a modo de agenda política va implantando el nuevo régimen. Cómo las relaciones se hacen prudentes por temor a la delación. Cómo la familia se desmiembra. Cada uno de los doce capítulos de este sobrecogedor libro termina con el testimonio, de alguien que desde el exilio, recuerda su pasado en Hormiguero del Campo.

Elvira de las Casas nos brinda una novela que se puede ver como una película. Pienso que la autora dibujó, como hacen los cineastas, cada escena antes de escribirla, porque la estructura narrativa es perfecta. Sólo me queda recomendar la lectura de Doce mensajes a Hércules, porque de seguir hablándole (o leyéndole) podría cometer la imprudencia de revelar más detalles de los que debo, y porque les estoy quitando la oportunidad de escuchar a la verdadera figura de esta noche, a Elvira de las Casas.

 
Palabras pronunciadas en la presentación de la novela, de Elvira de las Casas, Doces mensajes a Hércules, en La Otra Esquina de las Palabras, Café Demetrio,  el viernes 24 de agosto de 2012.

2 comentarios:

  1. Joaquín, Luis, Rodolfo, no tengo cómo agradecerles su apoyo, un fuerte abrazo a los tres.
    Elvira

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  2. Fue un gran placer, Elvira. Mis felicitaciones por tu libro y por la buena presentación que hiciste del mismo.

    Abrazos

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