Reflexiones de verano en Miami
El templo está cerrado
terminó el conocimiento
y las llaves cayeron
murmurando la libertad.
Un ruido hizo su camino
y encontró el amanecer del iniciado.
No hubo otro calor que el conocido
mientras que una mirada se paseaba sorprendida
por el borde de las montañas.
Todo tiempo es paz
todo lugar una extensión del corazón,
todo aleteo un milagro,
un hogar.
Como siempre Maya estabiliza al lector con esa paz que proyecta el poema. Deja espacios al lector para meditar. Gracias, Maya, bello poema.
ResponderEliminarUn beso, querida Maya. Gracias por tu poesía y tu carisma y tu amistad de tantos años. Alberto Lauro.
ResponderEliminarGracias Maya por siempre ser exacta.
ResponderEliminarPedro Monge Rafuls
ay, maya querida, tus palabras suenan hasta aqui en mi casa de Portugal como el reposo infinito de Pessoa en los claustros de San Jeronimo.
ResponderEliminartu amigo siempre
felix
Hermoso poema de esa voz tan necesaria en nuestro cuerpo poetico nacional que es maya islas. Salud, poeta!
ResponderEliminarMab
ACABO DE entrar al internet luego de días de mudanza. Desde esta ciudad texana en que ahora habito el poema de Maya es un hermoso recordatorio de muchas e imaginadas cosas espirituales que se hacen hogar entre sus manos de gran poeta.
ResponderEliminarUn beso, querida hermana, y mil gracias por ser tan buena poeta y ser humano.