CANTO A GISELLE I
Giselle contempla sus manos
llenas de barro han viajado.
Hay días que merecen un descanso.
Mas allá de sus muslos,
el fuego lentamente destruye
cada árbol de vida.
Giselle guarda sus párpados en un cofre,
los separa de sus manos,
los elimina.
Giselle arde sobre la palabra
y nada tiene de malo que quizás dormida
se descubra en el espejo
y no regrese todavía.
CANTO A GISELLE II
Ya es hora Giselle,
se dice fácilmente.
Su corazón palpita y canta
como un grillo
sus manos se unen,
sobretodo eso.
Hay quien la vió bajo el árbol
brillante como el rocío.
Nadie se atrevió a buscar su cara.
Habitan en sus ojos reflejos
de lo poco que ha vivido
durante tanto tiempo.
Giselle se hace unas alas
con su almohadón de plumas.
Y no hay escape más perfecto
que aquel pequeño rayo de luz
que le sirve de escondite.
Yosie Crespo
DÉCIMA
a Carlos Pintado
púes si, que tienes razón
para que decir lo contrario
si después del incendiario
aún queda la desazón.
Por cierto es de corazón
que recibo esa madeja
de consejos, que me deja
un bordado de sapiencia
mas he de tener paciencia
como la araña y la abeja.
"Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo"
J.Lezama Lima
Paciencia es una virtud
que se adquiere gradualmente
es un sesgo displicente
por su atroz infinitud.
Sin embargo esa virtud
es también cuestión de estilo
púes figúrate, que el hilo
de la araña no es igual
al de las abejas, ni al
que Dánae usó en el Nilo.
Jesús A. Díaz (Tinito)
No hay comentarios:
Publicar un comentario