martes, 29 de noviembre de 2011

Un poema de Joaquín Gálvez



Fábula de la rata que quiso ser león

I could have been a contender, I could have been somebody.

Marlon Brando, On the Waterfront


Las ratas se aglomeran para que el león sea una estrella anodina.

Una rata no puede conocer la soledad de lo que brilla:

una rata es un consorcio, un convite

donde se embriaga con su sed nauseabunda.


La rata siempre necesita de otra rata,

aunque nunca llega a ser su amiga.

Pudo haber sido alguien, un contendiente;

pero no supo poseer la luna desde la alcantarilla.

Entonces se fue transformando en su epíteto.


La rata se alimenta de las heces de su sombra.

Pudo haber fraguado una honorable ruta,

adjudicarse una corona al final de su huella.

Pero renunció a su destino

cuando al mirarse en el espejo se vio con rostro de león.


Entonces todas las ratas se maquillaron en un nido

y comenzaron a ejercer su oficio,

su (colectivo) don de hacer trampas.

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