lunes, 29 de agosto de 2011
Fallece el escultor Tony López
Por Luis de la Paz
Otro cubano admirable ha muerto en el exilio. El escultor Tony López falleció en Miami al amanecer del domingo 28 de agosto, como consecuencia de un paro respiratorio. Tenía 92 años de edad.
Tony fue uno de los fundadores del Miami moderno, y su legado artístico está repartido prácticamente por todos los rincones de la ciudad, desde la Catedral de Miami hasta el sobrecogedor memorial del Holocausto en Miami Beach. Sus tallas de figuras políticas y patrióticas como el ex alcalde Claude Pepper, el político Jorge Mas Canosa o el Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, ocupan sitios emblemáticos.
También de sus manos salieron las placas de bronce de los compositores cubanos homenajeados en el Paseo de la Estrellas que ideara el actor Pedro Román y los grandes gallos que adornan la emblemática Calle 8.
El escultor era una de las figuras más conocidas de Miami. Hombre sencillo, pintoresco y popular, estaba hecho para el duro trabajo, que demandan la talla en madera, los moldes en masilla, el fundido en bronce, el manejo de grandes y voluminosas piezas.
Obras suyas se encuentran en lugares tan distantes como New Orleans, New York, New Jersey, Filadelfia o Boston. En Cuba, donde aprendió el oficio con su padre y abuelo, dejó también su huella. De su estudio en Galiano y Trocadero salieron muchas piezas, algunas están en el Museo de Bellas Artes. En la Universidad de La Habana, destaca un busto de Julio Antonio Mella, “que me encargaron Fructuoso Rodríguez y José Antonio Echeverría”, comentó a este reportero en durante una entrevista.
En el Hospital Nacional de la capital cubana también se encuentra un altorrelieve suyo, y otro forma parte de la plazoleta del Cacahual donde descansan los restos de Antonio Maceo. Tony López tomó las mascarilla mortuoria de figuras políticas de la isla como Manolo Castro, Eduardo Chibás y del ex presidente Carlos Prío Socarrás, fallecido en Miami. También la tumba Emilio Bacardí, tiene un trabajo escultórico de López.
Amaba profundamente su trabajo, y se sentía satisfecho con lo que había alcanzado a lo largo de su vida. “A mí me pagan por hacer un trabajo que realmente me gusta. Y son pocos los que tienen esa dicha”, expresó en la mencionada entrevista publicada en este Diario Las Américas. El coleccionista y curador Gustavo Orta, quien organizó en el Miami Dade College una muestra y homenaje al escultor por sus 90 años expresó: “Tony era una de las últimas figuras que quedaban como gran escultor de obras monumentales”, añadiendo: “como persona, fue uno de los mejores amigos que la vida me regaló”.
Personaje pintoresco y querido, era asiduo de La Carreta, en la calle 8. En una ocasión le pregunté si no tenía problemas para manejar de noche, a lo que me respondió: “No chico, miedo de qué. Hace un par de día fui a entregar un trabajo en Tampa y manejé toda la noche. Yo soy un bicho manejando”.
Tony López nació en La Habana en 1918, y desde 1958 se estableció en Miami, donde llegó como exiliado de la dictadura de Batista. Tras el arribo del castrismo no regresó a la isla. Tuvo una vida muy activa y deja para la cultura cubana y la historia del Sur de la Florida, un vasto legado, que es el triunfo de un gran escultor.
A Tony López le sobreviven sus hijos Joaquín, Marcos y Leda, y varios nietos. Los servicios fúnebres serán el miércoles 31 de agosto, desde las 6 de la tarde, en la Funeraria Maspons de la Calle 8 (3500 SW 8 Street).
Que descanse en paz el gran escultor.
Cortesia: Diario Las Américas
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